Lástima

Lástima que no pudiste escuchar a mi corazón,

lástima que preferiste siempre otra canción.

yo te esperé mucho tiempo aposté sin condición,

tú preferiste otra cosa y rompiste mi corazón.

Lástima que aún no entiendes lo que te quiero decir,

desafortunadamente no entenderás mi sentir

tú no tienes la culpa, somos tan diferentes,

hablamos idiomas distintos y el destino nos separa.

Tú quisiste controlar, engañar, manipular,

tener las cosas a la fuerza y al final lástima causar.

pero no te has dado cuenta, te he aprendido a analizar

y antes de que des un paso sé de qué pie vas a cojear.

Por eso me decidí a ya no vivir contigo

porque el precio de tu amor, sólo me causó dolor.

me saliste muy caro, amor, me estaba muriendo por dentro,

tú me absorbías la vida y te llevabas mi energía.

Sé que nunca entenderás lo que yo quería de ti,

no lo puedo expresar con palabras, mejor lo dejamos así.

fuiste el hombre de mi vida, fuiste mi príncipe azul,

hice un castillo de arena que sin tu agua se derrumbó.

Te deseo lo mejor del mundo, ojalá que te vaya bien,

gracias por salir de mi vida y dejarme respirar.

Marcia

Mayo 08 26

¿Qué nos hace rendirnos en una relación?

Alguna vez hace ya algunos años mi amigo y psicólogo Arturo me preguntó ¿Qué quieres de tu vida?

Tal vez no te haga sentido que hable de las metas que tenemos para nuestra vida y una relación, sin embargo tienen todo que ver.

Las metas que tenemos en nuestra vida están ligadas a nuestra relación porque podemos renunciar a nuestras metas si nuestra relación se contrapone a ellas o podemos tener una relación que vaya en armonía con nuestras metas y sueños de vida.

El resultado de ambas situaciones es muy diferente y obviamente influye en la felicidad que obtenemos tanto de nuestros logros personales como de nuestra relación.

En ese tiempo la pregunta se me hizo sumamente difícil de contestar por lo cual decidí cambiarla por ¿Qué no quiero en mi vida?

Eso sí lo sabía en ese momento y fue así como pude poco a poco delimitar lo que sería mi vida en un futuro de tal manera que tuviera eso que quería y por consecuencia esa felicidad que buscaba.

Entonces como primer paso es importante que sepamos qué queremos en nuestra vida (o qué no queremos) lo que se nos haga más fácil y así podremos ver si tener una relación de pareja cabe en nuestra vida en este momento.

¿Porqué queremos una relación en nuestra vida?

Queremos tener un compañer@

Queremos sentirnos protegidos y amados

Queremos alguien con quien compartir el día a día y tal vez en un futuro nuestro proyecto de vida.

Queremos formar una familia

Queremos sentir todas las emociones que conlleva una relación

Queremos sentir...

¿Qué pasa cuando dejamos de sentir?

Nos sentimos vacíos

Nos sentimos atrapados en un lugar donde no queremos estar

Empezamos a buscar escapes llámese trabajo, amigos, aventuras, etc.

Empezamos a sentir rencor contra la persona amada

Empezamos a envidiar cuando la persona amada es feliz

¿Porqué dejamos de sentir en una relación?

Lo que antes nos encantaba de la persona amada ahora nos molesta

Descubrimos algo que no nos gusta en la persona amada y eso nos causa conflicto

Ya no nos sentimos protegidos ni amados

El día a día se vuelve una responsabilidad difícil de sobrellevar

La familia se vuelve un reto demasiado grande para nuestras fuerzas

El único sentimiento que encontramos es hastío y dolor La relación se vuelve rutinaria

Suena como magia ¿no?

¿Cómo a través de los años o meses pasamos del encanto al hastío?

¿Porqué la persona a la que antes amábamos ahora nos molesta?

No cabe duda que una relación es de dos personas y si los dos no trabajamos como equipo con un mismo fin es cuando nuestra relación puede evolucionar en algo que en vez de hacernos felices nos aterre.

Pongámonos siempre a nosotros mismos como ejemplo:

¿Qué hace mi pareja que me hace feliz?

Voy a poner mi propio ejemplo:

Cocina cuando ve que tengo mucho trabajo

Se preocupa por mi

Siempre me dice lo guapa que soy y cuánto le gusto

Hace bromas picantes sobre mi apariencia y lo atraído que se siente hacia mi

Me protege

Me ayuda cuando ve que lo necesito

Ahora pensemos...

¿Qué pasaría si yo hiciera exactamente lo contrario a lo que él hace?

Si veo que tiene mucho trabajo y no hago nada y al final no tenemos qué comer

No me preocupara por él

Nunca le dijera lo guapo que es y cuánto me gusta

Nunca hiciera alguna bromita picante sobre lo atraída que me siento por él

Nunca lo protegiera

Nunca lo ayudara cuando me necesita

¡Entonces para qué me quiere! ¿no? ¡Estaría mejor solo!

¿Y qué pasaría si yo hiciera exactamente lo mismo que él hace y aparte le pongo mi toque personal?

Créanme, el resultado es encantador

Los dos cumplimos nuestra parte en la relación y conseguimos la felicidad en pareja que tanto queremos y un sinfín de satisfacciones, el amor crece día con día y no importa el tiempo que estemos separados porque confiamos uno en el otro, esperamos el uno por el otro, para nosotros no hay nadie mejor en el mundo con quien estar.

No se trata de buscar el hilo negro, sino de poner en práctica el trabajo en equipo en nuestra relación, la ruptura duele y si no la tomamos como un aprendizaje dolerá muchas veces más, depende de nosotros.

Espero que les haya gustado la reflexión de esta semana queridos lectores

Les mando mil abrazos y les deseo que su fin de semana sea increíble.

Con amor

Marcia

26 de septiembre 2020

Esperanza

Todavía hay tiempo y hay vida

y sangre que corre en las venas.

El camino es largo aún y está lleno de esperanzas

todavía hay entusiasmo y vigor para salir adelante.

No podemos decidir cuándo es la hora de partir

Quedan aún muchas mañanas por despertar y ver el sol

aún hay muchas caricias en las manos de sus nietos.

Diciembre 1996

Para Don Ricardo QEPD

con amor

Marcia

Reflexión del poema esperanza

Este poema se lo escribí hace ya algunos ayeres a Don Ricardo, quien fue parte importante de mi vida.

En algún momento de nuestras vidas cuando ya somos grandes y consideramos que ya hicimos lo que teníamos que hacer en este mundo se usa un dicho en México "ya me quiero ir, ya estoy robando aire".

Es lo que solía decir Don Ricardo cuando enfermó de cáncer en ese entonces a sus 68 años.

Pero ¿qué hay detrás de esa frase que poca gente dice?

Para mí es el reflejo de una vida plena en la cual a pesar de las circunstancias consideramos que cumplimos nuestros sueños y nuestro deber; por eso sentimos que ya terminamos esa etapa de nuestra vida y que debemos dar paso a las generaciones más jóvenes, creemos que ya no tenemos nada que dar y queremos por fin recibir ese descanso tan merecido.

De repente nuestras vidas pueden cambiar súbitamente por este tipo de acontecimientos, no sabemos cuándo vamos a tener un accidente o una enfermedad que nos cambie la vida o que termine súbitamente con ella, pero tampoco podemos vivir con miedo y encerrarnos para que nada nos pase.

También el hecho de llegar a viejo es difícil, las fuerzas se van, el cuerpo se va deteriorando y aparecen una serie de enfermedades y molestias que antes no teníamos y que nos impiden las actividades más sencillas y terminan arruinando nuestro día.

Ya no podemos trabajar a determinada edad y si no juntamos para nuestro retiro el dinero no nos alcanza, esta es la realidad del 60% de las personas mayores en nuestro México.

¿Qué hacer para que cualquiera de estos panoramas tan desoladores no nos atrape?

Lo que les voy a relatar es algo que hice yo misma, es muy impactante en el momento pero me trajo gran tranquilidad.

En un folder metí una carta de qué es lo que quiero que hagan mis hijos cuando yo me muera.

En esa carta incluí los papeles del servicio funerario, detallo los seguros que tengo y los documentos comprobatorios, teléfonos a donde deben llamar y trámites que deben de hacer mencionando dónde están los documentos oficiales.

Están las deudas que tengo y detallo qué pasa con cada deuda en caso de mi muerte.

Para darme un gusto póstumo, el tipo de ceremonia que quiero que hagan, incluso la música que se tocará en el evento.

Esta actividad crea una gran tristeza para quien lo hace porque estás organizando algo en lo que no participarás, al menos activamente.

Sin embargo es un ejercicio muy bueno que nos plantea la realidad a la que se van a enfrentar nuestros deudos cuando ya no estemos y es una actividad sumamente importante, tanto para los jefes de familia como para los que no lo son.

Dependiendo de la edad de nuestra familia serán las necesidades que tengan (escuela, salud, nivel de vida) y nos podemos sentir mucho más tranquilos cuando ya nos aseguramos de que esas necesidades serán cubiertas aún cuando ya no estemos.

Es como pasar la estafeta a alguien más para que se haga cargo.

Esta actividad fue dolorosa, pero en lo personal me dio mucha tranquilidad.

Imagina estar en tu lecho de muerte y tener todavía pendientes de este tipo...

Por otro lado, previendo el escenario opuesto de que no muriera joven estoy ahorrando para mi retiro, ya calculé la cantidad mensual que necesito cuando ya no trabaje para vivir una vida cómoda, cuánto me va a dar mi afore y cuánto tengo que ahorrar extra, así cuando me retire poder disfrutar mi vida sin preocuparme de lo económico.

En cuanto a los logros en mi vida he tenido muchos y este blog es uno de ellos, durante muchos años quise hacer un libro con todos los poemas y pensamientos que tenía acumulados, este blog es uno de mis sueños hechos realidad y lo mejor es que puedo ver cuántas personas entran a leerme, es áun mejor que publicar un libro, ya que esto no lo hago por dinero, sino porque amo hacerlo.

En la vida tenemos muchos sueños que queremos cumplir, unos más lejanos y difíciles que otros, pero nunca imposibles si nos lo proponemos, el límite es el cielo, tan inalcanzable, los límites nos los ponemos nosotros mismos,

¿qué tal si en vez de límites nos pusiéramos maneras?

Maneras para lograr lo que queremos y sentirnos satisfechos con nuestra vida en el día a día, hay desde los sueños pequeños que podemos cumplir en el diario acontecer hasta los más grandes y que requieren más tiempo, todo lo podemos hacer si nos trazamos el camino.

El hecho de pensar en irnos de este mundo es doloroso pero no por eso debemos cerrar los ojos ante lo inevitable y qué mejor que estar preparados y asegurarnos de que estamos disfrutando hasta la última gota de nuestra existencia y de los que nos rodean.

Qué mejor que saber que la vida que tenemos ahora es mejor de lo que deseábamos en el pasado y si no lo es, tenemos la oportunidad de trazar nuestro propio camino para llegar a donde queremos.

¿Ustedes qué opinan?

Gracias por leerme y reflexionar conmigo y nos leemos el fin de semana que viene.

Con amor

Marcia

19 de agosto de 2020

COnsejos para encontrar la pareja ideal

Amigo,

Si tienes duda quién es la mujer ideal sigue estos sencillos consejos:

Todos cometemos errores alguna vez, no somos perfectos y en la búsqueda de pareja suele haber muchos caminos equivocados.

Muchas veces te vas a encontrar con mujeres que sólo quieren tu cuerpo o tu dinero, pero no te quieren a ti.

Quédate con la que en sus ojos veas su amor por ti y no lo pueda ocultar.

Con la que no quieras terminar para que el placer de estar con ella se pueda prolongar.

Con la que de sólo escuchar su voz o acordarte de ella te sientas listo para el amor.

Con la que no necesites una película de esas para despertar de nuevo.

Quédate con la mujer que logre que no quieras estar con nadie más a pesar de tu naturaleza libre.

Con la que logre que orgulloso digas – no gracias, tengo novia –

Con la que logre que cada momento libre lo quieras compartir con ella.

Con la que quiera a tus hijos como suyos por el simple hecho de que son tuyos.

Con la que te cuide, te procure, se preocupe por ti, te sienta aunque estén lejos.

Con la que esté dispuesta a hacerse a un lado y dejar que seas feliz aunque ella sufra.

No tiene que ser la más bonita, ni la de mejor cuerpo, ni la de buen corazón, sino la que te vea como a un dios y no quiera nada de lo que puedas darle, sino a ti.

Y cuando la encuentres, sé leal, sé fiel, hazle sentir que para ti es la más bella, la única, la mejor, no la compares, nos choca que nos compares.

Si todas somos iguales es porque tú nos escogiste así y si ella logra en ti esto, no tendrás que buscar excusas para justificar tus infidelidades ni tendrás jamás que vivir con alguien a quien ya no amas sólo por expiar tus culpas.

Sí, tal vez te parecerá tonto, pero hay quienes no lo han logrado a pesar de su larga experiencia.

Y por último, ¡sé feliz!, con o sin ella, porque para eso vinimos al mundo, para ser felices.

Marcia

Junio 2014

Si pudiera echar un vistazo ¿Qué harías?

Hoy es 22 de agosto del 2020, mucho tiempo después de los poemas y pensamientos que hemos leído hasta ahora.

Hablemos un poco de cuando estamos experimentando un paso difícil en nuestra vida, cuando sentimos ese dolor de estómago que no nos deja vivir, y la ansiedad no nos deja comer ni dormir.

Sé que me comprendes, todos hemos vivido esos momentos por una o por otra razón.

¡Qué maravilloso sería poder dar un vistazo, aunque sea breve a lo que va a ser nuestro futuro años después!

Imagina, poder saber cómo vamos a superar a esa persona o circunstancia que ahora nos está haciendo daño, tendríamos más confianza en soltar y dejar ir.

Imagina que ves un futuro donde eres feliz en circunstancias diferentes, con personas diferentes, en una vida distinta.

Una vez mi amigo y psicólogo, Arturo, al cual tengo en gran estima, por cierto, me contó una historia acerca de un alpinista que quedó atrapado a la orilla de una montaña en una nevada y no quiso soltar el piolet por miedo a caerse y lastimarse o morir por la caída.

A la mañana siguiente cuando ya había terminado la ventisca lo encuentran congelado, aferrado al piolet y el piso estaba a un metro.

Imagina si ese alpinista hubiera sabido que el piso estaba tan cerca...

Imaginemos qué haríamos con este tipo de información privilegiada sobre nuestro futuro.

Tal vez no tengamos esos maravillosos elementos, pero sí tenemos pistas que nos pueden guiar a tomar una mejor decisión.

A veces cuando pensamos cosas negativas estamos muy seguros de que esa idea es real y dudamos cuando se trata de algo positivo, me da la impresión de que no creemos merecer que nos pasen cosas buenas, por supuesto que hay límites razonables, tampoco algo que sea demasiado bueno es posible que sea real.

En mi caso yo siempre esperaba lo peor o imaginaba lo peor de las cosas, imaginaba que mi pareja me engañaba con otra, que los demás siempre actuaban con dolo, que mis amigos me odiaban por algo, etc etc y eso aparte de hacerme sufrir gratis lo único que me ocasionaba era problemas con los que me rodeaban y falta de confianza de mis seres queridos.

Ahora imaginémonos que estamos del otro lado

Con alguien que no confía en nosotros, que a pesar de lo que le digamos piensa lo peor, que siempre espera lo peor y que está segur@ de que eso peor es la realidad no importando qué le digamos.

Creo que sería muy difícil estar con una persona así, ya que nunca vamos a llegar a un punto de armonía y confianza, las cuales son vitales para cualquier relación, a mí me costaría mucho trabajo comunicarme con una persona así porque no importa lo que digas nunca va a abrir su mente.

¿Cuáles son los obstáculos que nos impiden confiar?

¿Qué tal si me hacen daño?

La mayoría de las veces actuamos de cierta manera por temor a ser lastimados y eso es muy comprensible, por supuesto que a nadie le gusta sufrir, por lo tanto considero que podemos ser precavidos antes de entregar nuestro corazón y ya que estemos con una persona que sabemos que vale la pena podemos confiar y abrirnos, pero eso toma tiempo, no vamos a saber tan rápido si una persona lo vale o no.

Miedo al sufrimiento, en alguna ocasión yo sentía que no era lo suficientemente buena para la persona con la que estaba y que a la larga él iba a encontrar alguien más adecuado y yo iba a ser la que iba a sufrir, si analizamos esto con cuidado nos daremos cuenta de que esos sentimientos eran parte de mi propia inseguridad.

No es nada agradable estar esperando a que algo malo suceda, dañamos la confianza de nuestra pareja por algo que no es real y sufrimos nosotros todo el tiempo y ese sufrimiento nos impide disfrutar lo que hay de bonito de nuestras relaciones.

Un buen día decidí dejar de sufrir y cambiar las cosas que me hacían sufrir en la vida y tomé los siguientes pasos:

Me enfoco en lo positivo, espero lo mejor y si no sé que está pasando espero hasta saber sin tomar ninguna acción siempre enfocándome en lo positivo, cuántas veces me precipité, pensé lo peor, actué en consecuencia y después me metí en un problema mayor.

Si hay alguna preocupación en mi vida en este momento y no puedo hacer nada al respecto, no me preocupo, ya cuando pueda hacer algo lo haré, mientras me enfoco en otras cosas que sí puedo resolver en el momento.

He encontrado de repente personas que son mal intencionadas y que me quieren hacer daño, ese tipo de personas las detecto y las alejo de mi vida.

Las personas que tienen buenas intenciones y que me aprecian realmente son las que mantengo en mi vida y les hago saber que las aprecio y que su amistad es importante para mi, también me aseguro que sepan que cuentan conmigo.

Si algo pasa y no tengo todo el panorama completo, espero lo mejor y espero paciente a saber el resultado, no me precipito.

Abro mi mente y mis oídos para escuchar realmente y entender el porqué de las cosas y la gran mayoría de las veces esa acción de escucharlos me lleva a confiar más en mi familia y a forjar lazos más fuertes.

Diariamente hago cosas que me hacen feliz.

Soy más disciplinada, uso mis tiempos y establezco prioridades, de repente hay actividades que no me encanta hacer pero si tienen prioridad las hago rápido y luego paso a algo que me gusta.

Soy agradecida por lo bueno que hay en mi vida, lo noto y lo agradezco.

He entendido que la felicidad no es un punto al final del camino, sino el camino en sí, soy felíz todos los días.

Todos podemos cambiar lo que no nos gusta de nuestra vida

¿Qué tal empezar ahora?

Saludos querid@s lector@s, les mando un fuerte abrazo y nos leemos el sábado que viene.

Con amor

Marcia

22 de agosto de 2020