¡Feliz mes de los muertos queridos lectores!
Recuerden que el contenido está distribuído por fechas para su mejor lectura.
Besos a todos
En un momento de dificultad
necesitamos de otros
tal vez no lo quisiéramos pero así es
a veces debemos pedir ayuda.
¿Quién es más importante?
¿La persona que da o la que recibe?
a veces la atención se centra en el que recibe
sin embargo el que da es importante.
Sobre todo si das por no sé cuánto tiempo
si estás renunciando a una vida que antes tenías
por apoyar a un ser querido
si abres tu mente, espacio y corazón para recibirlo.
Cuando somos pequeños y vamos creciendo
tal vez no nos agrade lo que hay a nuestro alrededor
y sabemos que podemos cambiarlo
cuando seamos independientes.
Hay personas que simplemente son de cierta manera
y cuando sabemos que podemos apartarnos
podemos estar en paz
no dejamos de amarlas, pues ocupan un lugar primordial.
Y ¿Qué pasa, cuando, al paso de muchos años
por fin lograste una relación de puercoespines
y ahora debes vivir bajo el mismo techo
con una persona tan emblemática en tu vida?
¿Qué pasa cuando la persona que da, da su paz?
¿Su manera de vivir? Sus costumbres diferentes
su nueva esencia
puede producirse un choque de culturas…
o tal vez una mezcla saludable de ideas.
Como siempre, todo depende del cristal con que se mire
de nuestro criterio y de nuestra disponibilidad
sabemos que no tenemos otra opción
bueno, en realidad sí tenemos.
¿Son las demás opciones lo que yo quisiera?
o me puedo dar la oportunidad de cerrar esto
¿Qué quiero hacer? ¿Cerrar mis ojos?
¿O aprovechar lo que pudiera ser una oportunidad?.
Sí, el amor también sana
sana viejas heridas, viejos rencores
nos abre los ojos a mundos nuevos
y nos da la oportunidad de reconciliar.
Cuando escogemos el amor apostamos al ganador
sin importar lo retadora de la situación
nos sentiremos satisfechos y felices
de saber que estamos haciendo tal vez no lo más fácil
pero sí lo más correcto.
Cuando escogemos amar a nuestros seres queridos
y no rendirnos ante esa enfermedad por la que pasan
los volvemos fuertes y valientes ante su reto
y juntos podemos derribar murallas.
¿Y qué mejor?
que tener una familia que te apoye
que a pesar de los años de vivir separados
podamos si lo necesitamos contar el uno con el otro.
¿Y qué mejor?
que vencer prejuicios externos
que tras muchos años se fueron formando
y abrazar con nuestra alma a nuestros seres queridos.
27 de noviembre de 2021
Buenos días queridos lectores, en este sabadito lindo y fresco desde el rincón preferido de mi casa y con otro día muy prometedor por delante los saludo.
Es invaluable para mi poder escribirles en sábado en la mañana, todo está tan tranquilo en este momento y además sé que recibo desde hoy la amable visita de algunos de ustedes y me gusta que desde temprano ya puedan disfrutar de material nuevo.
Bueno, pero basta de cotorreo, vayamos al punto y hablemos sobre una de las facetas del maravilloso amor.
Tal vez noviembre no sea un mes para hablar del amor, pues hablamos de él en febrero al derecho y al revés y de los diferentes tipos de amor y bla bla bla.
Siempre es momento para hablar del amor y siempre es momento para vivirlo.
Recuerdo una frase de María Teresa de Calcuta que decía “hay que dar hasta que duela”.
¿Qué es lo que damos normalmente?
Seamos honestos, pensemos…
Generalmente damos lo que nos sobra y no tenemos tema en dar, aquello que no va a modificar ni afectar la vida que hemos moldeado.
¿Qué pasa si por alguna circunstancia del destino lo que debo dar afectará mi existencia?
Mi tiempo, mi espacio, mis ideas, mi energía y posiblemente mi salud.
Ahora entiendo parte de lo que la madre Teresa decía, así sí duele dar.
Cuando vemos afectado todo esto, esta vida que hemos moldeado a través de mucho esfuerzo y años, entonces duele dar.
¿Pues qué creen? ¡En absoluto pienso que deba ser así!
Si alguien de nuestra familia necesita ayuda y nosotros vamos a incluir a esa persona en nuestro círculo familiar, el que debe adaptarse es el que necesita ayuda, no al contrario.
Sonará egoísta, pero es un mutuo dar, así funciona mejor.
Le damos a la persona a la que ayudamos la oportunidad de dar también, de abrir su criterio, dar su comprensión y aceptar la vida que tenemos sin prejuicios, lo creamos o no, el abrazar nuevas ideas para algunos es una forma muy cara de dar.
Modificamos el esquema de la vida familiar lo menos posible y así la persona que necesita ayuda se convierte de ser el intruso que viene a cambiar todo y a todos a ser el invitado que se viene a integrar a nuestro modo de vida.
Creamos reglas para una sana convivencia estableciendo los límites de lo que estamos dispuestos a aceptar y lo que no.
El hecho de que una persona esté enferma y necesite ayuda no le da derecho a ser grosera e impaciente con los demás y el hecho de que estemos cansados de lo que implica cuidar a esa persona no nos da derecho a hacer las cosas mal y de mala gana.
En este barco todos tenemos derecho a ser bien tratados y a ser consentidos.
Tanto la persona que da como la que recibe necesitan que las concientan, que las comprendan, los dos necesitan sentirse amados y apoyados el uno por el otro y por los demás miembros de la familia; los demás miembros de la familia necesitan también ser tomados en cuenta y necesitan que les expresemos con detalles en el día a día que no nos olvidamos de ellos.
Cuando hay un enfermo en casa u hospital vivimos momentos de montaña rusa, a veces hay risas, a veces tranquilidad, también hay desesperanza, llanto y cansancio, de un momento a otro cualquier cosa puede detonar la frustración o la tristeza, son momentos difíciles, pero juntos podemos más, sólo es cuestión de apostar por la comunicación entre nosotros.
La vida no es para siempre queridos lectores, al final todo proceso termina y toda inversión también y qué mejor que esa inversión sea aprovechar el tiempo con nuestros seres queridos que nos necesitan demostrándoles que los amamos y ¿por qué no? Dejándonos amar por ellos también.
Eso es todo por hoy queridos lectores, les sonará confuso tal vez el tema de hoy porque incluye pensamientos tal vez diversos.
El tema del día de hoy se origina por mi situación actual y los múltiples pensamientos e ideas que detonan de ello, es una situación común en estos días pero no todos los días la vivimos, para mí es la primera vez que sucede de esta manera y quiero compartir con ustedes paso a paso los aprendizajes que voy teniendo porque como dice la presentación de agosto del blog, lo que te voy a decir, te puede servir.
Les agradezco mil su asistencia de cada semana a este su blog, siéntanse siempre bienvenidos.
Espero que su fin de semana esté llenito de descansito tan merecido, de apapacho de ustedes hacia ustedes mismos y entre sus seres queridos también, disfruten al máximo y consiéntanse en todo momento.
Con amor
Marcia
27 de noviembre de 2021
Era todo un relajo cuando empecé
estaba todo en tan mal estado
que pensé que no lo podría lograr
hablemos de antes de que eso sucediera.
Antes de hacer esta tarea
había un continuo malestar en mi interior
no sabía qué era pero no me gustaba lo que veía
cuando miraba alrededor.
Ese malestar se traducía en malhumor
y pensar que mi vida no era lo suficientemente buena
también sentía como una pesadez
de tener muchas cosas pendientes a la vez.
No sé cómo explicarlo, mi taza estaba colmada
no precisamente de cosas agradables
y eso era lo que más me molestaba
no había espacio para lo que me hacía feliz.
¡Sí! ¡eso era! Al fin logré encontrar
la causa de mi descontento
y logre ver claramente el porqué de lo que sentía
el paso más difícil ya estaba hecho.
Ahora era sólo cuestión de poner manos a la obra
primero identificando lo que es más urgente de cambiar
y luego planeando de acuerdo con el presupuesto
poco a poco logrando, como al subir una escalera.
Cuando empecé a ver resultados
mi espíritu se empezó a apacigüar
mi frustración cambió por entusiasmo
de ver que mis esfuerzos resultaban.
Poco a poco al mirar alrededor empecé a percibir paz
y apreciaba con cariño cada proyecto realizado
algunos tomaban más tiempo, otros no tanto
en tiempos de penuria hacía los menos onerosos.
Y así logramos teñir todo nuestro derredor
para tener una mejor vida que disfrutar todos los días
todavía estamos en proceso del resultado final
pero nuestro espíritu ya no se siente abrumado.
Parece como magia y suena increíble
pero he de decirles que nuestra vida cambió
al lograr esos proyectos vino la energía
que nuestro cuerpo absorbía para vivir el día a día.
También experimentamos mayor felicidad
la taza ya no estaba llena, podíamos percibir
lo bello alrededor y lo que estaba por venir
fue una buena decisión analizar ese malestar
y atrevernos al cambio que nos dio la solución.
Marcia
20 de noviembre 21
Buenos días queridos lectores, en esta mañana hermosa de sábado con frillito afuera pero calientito todavía en el interior de esta su casa y con un día prometedor por delante les saludo.
Me encuentro en el rincón súper preferido de mi casa para escribir, todo mundo está durmiendo y el horario es ideal porque hay cero interrupciones a la creatividad e inspiración.
El hecho de decir el rincón súper preferido de la casa tiene una larga historia detrás, una historia llena a veces de decepciones, de pequeños fracasos y de logros también, el poder mirar alrededor y que me guste lo que mire ya es de por sí una bendición.
Hoy vamos a hablar del buen vivir.
Me refiero al buen vivir de todos los días, a moldear nuestro espacio como a nosotros nos gusta para sentirnos bienvenidos en nuestra propia casa, en nuestro propio automóvil, en nuestra propia recámara, sentir que cada espacio es adecuado para lo que queremos realizar en él.
Esta ideología del buen vivir al principio me pareció muy europea hasta que ví unos videos asiáticos en los que transforman un pequeño cuarto que al parecer se encuentra en un pequeño pueblo en una habitación como de sueño de princesas.
Pero ¿de dónde viene el buen vivir y qué resultado causa?
Yo diría que una de las contrapartes del buen vivir es la acumulación, por ejemplo, acumular cosas para llenar algo, a veces de tanto acumular ya no tenemos dónde poner lo acumulado y nuestro hogar o nuestro auto se vuelven un almacén ambulante.
Entonces es cuando viene esa sensación de saciedad al extremo, de tener muchas cosas revoloteando en la cabeza, pero no todas ellas necesariamente positivas, esta sensación de no podernos concentrar, de no tener paz y al mismo tiempo el descontento de que algo nos moleste continuamente sin saber qué es.
Imaginemos el ejemplo de tener un coche al cual no le damos mantenimiento, tiene detalles de pintura, a lo mejor uno de los espejos está roto, tenemos muchas cosas tiradas en él, suéteres, paragüas, basura de días anteriores, zapatos, en fin y todo desordenado y de repente decidimos que lo vamos a vender para conseguir uno nuevo porque ese auto así como está ya no nos gusta.
Entonces procedemos a sacar todo lo que no es necesario que esté ahí, lo lavamos y le hacemos los arreglos necesarios para poderlo vender al mejor postor y cuando vemos el resultado final sentimos cierta nostalgia por no haberle dedicado el tiempo antes.
¿Por qué tuve que arreglar mi auto para que otra persona lo disfrute?
¿Por qué no lo pude arreglar para disfrutarlo yo?
Lo mismo pasa con nuestros espacios, con nuestra casa en general, no es que la arreglemos para venderla precisamente pero sí para alguien más, no para nosotros, pensamos que para nosotros es cómodo el desorden así como está porque no invertiremos tiempo en arreglarlo.
O sea sí, ya sé que de repente el limpiar no se escucha como una tarea digamos, divertida pero ¿cómo se refleja esto en nuestro interior?
¿Afecta a mi interior el no tener un espacio armonioso?
¡Por supuesto que sí! Todo lo que entra por nuestros ojos causa un impacto en nuestro corazón.
Imaginemos un video de un perrito rescatado o un video gracioso, ambos causan diferentes emociones, las imágenes también y si nuestro alrededor del día a día es un caos nuestro espíritu también lo será y tendremos ese malestar continuo que no sabemos de dónde viene ni qué es.
Hagamos una pequeña prueba con estas preguntas:
¿Qué le haría ahora a mi coche si lo quisiera vender? ¿Es mi espacio lo que a mi me gusta ver y me hace feliz?
Analicemos cada espacio por separado
¿Es funcional? ¿El tamaño es adecuado? ¿Me gustan los colores? ¿El mobiliario necesita remodelación? ¿Tengo los recursos para hacerlo? ¿Cómo me gustaría que fuera? ¿Tengo demasiadas cosas? ¿Qué siento cuando estoy en mi casa? ¿Tengo un espacio preferido?.
El resultado de analizar nuestro entorno y cambiarlo si es necesario nos va a traer paz espiritual y ese entusiasmo de estar estrenando continuamente, aunque sólo hagamos limpieza.
Una limpieza física de nuestros espacios se convertirá en una limpieza espiritual y hará cambios asombrosos en nuestra vida.
También el deshacernos de lo que nos sobra, de lo que ya nos sirve y de lo que ya no nos queda, el despedirnos con amor de todas esas cosas, tal vez donarlas si están en buen estado a alguien que las necesite puede marcar un punto de partida para alguien y un amoroso cierre para nosotros y posteriormente una apertura de nuestros espacios y nuestro corazón a las sorpresas nuevas que nos traerá la vida.
Eso es todo por hoy mis queridos, les agradezco infinito el que estén todas las semanas en este su blog y los espero la semana que viene con otra historia que nos haga pensar.
Les deseo que su fin de semana sea súper productivo y que disfruten haciendo esa limpieza espiritual y del consecuente descanso bien merecido.
Con amor
Marcia
20 de noviembre 2021
Es fácil decir ya pasará
cuando todo alrededor está bien
y dar ánimos por doquier
cuando la bonanza nos sonríe.
Es fácil pensar lo malo pasa
y siempre vendrá algo mejor
cuando estamos en la cima
disfrutando nuestra buena ventura.
Sin embargo de repente llegan
tiempos que nuestro temple probarán
nuestra voluntad se quebrará
y nuestra fuerza se acabará.
Tiempo en el que hay que pedir ayuda
y te encuentras con algunos no
pero nunca nos rendimos
porque es importante seguir.
Debemos reírnos de la desgracia
y encontrarle el lado mejor
enfocarnos en la solución
para el problema disminuir.
Y confiar con todo nuestro corazón
que una respuesta llegará
tarde o temprano pasará
y vendrá un tiempo mejor.
Paso a paso sin desfallecer
descansando tal vez a ratos
apoyándonos de hombros amigos
y nunca perdiendo la esperanza.
Recordando los buenos momentos
que nos dieron felicidad
apreciando perfecto la diferencia
entre estar arriba y estar abajo.
Ver a algún ser querido sufrir
y tener que sonreír
apoyarle sin tener fin
y ser su fortaleza.
En los momentos de prueba
puedo ver las bendiciones que antes tuve
incluso las que tengo ahora
y lo que me trae está experiencia.
Puedo también agradecer
que en las pruebas y los buenos momentos
nunca estuve sol@ y si lo estuve
pude manejarlo y seguir adelante.
Cuando la vida no nos sonríe
buscamos un motivo para seguir
poco a poco pero siempre firmes
hasta tener nuestro ansiado final.
Marcia
13 de noviembre 2021
Buenos días queridos lectores, en este sabadito frío que despierta nuestros sentidos y nos hace sentir vivos desde cerca de reforma les saludo.
Hace un clima adorable y voluble ja ja, si te pones en la sombra está fresco y si te pones en el sol te da calor, perfecto para todos los gustos; en la ciudad de México siempre tenemos un clima muy agradable y agradezco por eso.
La plática del día de hoy trata de cuando la vida nos prueba.
Es de todos sabido que en esta vida nunca estamos felices todo el tiempo o tristes todo el tiempo y si lo estamos hay que pedir ayuda, porque eso no es normal.
Estoy aprendiendo mucho de la prueba que estoy pasando ahora en mi vida y me siento afortunada por el aprendizaje que estoy teniendo en medio de una situación desafortunada.
¿Cómo reaccionamos ante un problema mayor?
Hay varias opciones:
Dejar que otros lo resuelvan y voltear hacia otro lado parece ser la solución más fácil pero como esto le está pasando a una persona muy importante en mi vida se me quemaban las entrañas de la preocupación pensando cada momento del día si estaría bien, entonces esa no fue la mejor solución.
Enojándonos y renegando, sabemos que no es justo pasar por esto después de que toda la vida de nuestro ser querido no fue fácil; esta solución no me llevó a ningún lado, sólo me sirvió para desahogarme un momento.
Guardarme mis problemas para mí para no preocupar a mi ser querido; esto tampoco funcionó porque mientras más ayuda pedía mi ser querido sin saber mi verdadera situación más desesperada me sentía yo porque mis recursos se acababan.
Pedir consejo y apoyo a otros seres queridos.
Esto sí funcionó y me dieron buenas ideas para seguir adelante, me dí cuenta de que ellos también estaban ansiosos por lo que estaba pasando y para ellos fue motivo de calma el poder encontrar una solución juntos, aparte de que sentimos que no estamos solos en esto y eso es muy gratificante.
Agarrar al toro por los cuernos.
Eso ha funcionado de maravilla, decidí hablar con mi ser querido y explicarle mis limitaciones en ese momento, también le di asilo en mi casa como un cambio para no tener que desgastarme yendo y viniendo, eso me trajo calma porque me hago cargo de su cuidado, alimentación y aseo.
Parecerá exhaustivo hacer esto y cuidar la casa y trabajar al mismo tiempo pero lo puedo hacer y aparte duermo tranquila por la noche.
Explorar varias opciones.
Cuando veo una opción difícil soy realista, la descarto y busco una nueva más a mí alcance y luego voy por ella, eso me está funcionando bien.
Reírme de los problemas.
Encontrar el lado divertido en cada momento, incentivar a mi ser querido a tratar poco a poco y vencer poco a poco, tal vez logremos un ligero avance, lo más importante es nunca dejar de tratar, nunca dejar de confiar y no dejar de sonreír tampoco.
¿Qué he aprendido?
Que a veces nos sentimos desesperados pero si lo externamos y pedimos ayuda y comprensión la carga se aligera.
Que el ser adulto mayor no significa ser menos dotado ni menos divertido, hay belleza e inteligencia en todos, sin importar nuestra edad.
En momentos de prueba a veces flaqueamos, en ese momento hay que tomarnos un descanso para después seguir adelante.
Que todos los miembros de la familia somos importantes y nos podemos disfrutar mutuamente, todos tenemos algo que aportar a esta maravillosa célula llamada familia no importa la edad que tengamos.
Y que a pesar de todo siempre hay una solución, sólo que de principio no sabemos cuál será y debemos perseverar hasta el fin porque tal vez la solución no esté tan cerca como quisiéramos.
Pero ¿Entonces cuando se acaba la esperanza?
¡Nunca! y eso es lo más hermoso, podrán acabarse las opciones de momento, cerrarse muchas puertas y sólo algunas abrirse, pero la esperanza nunca muere, sólo necesitamos una puerta que se abra y nos lleve al final.
Eso es todo por hoy queridos lectores, les agradezco por su constancia de cada semana en este su blog y los espero la semana que viene con otra reflexión.
Espero que la reflexión de hoy les dé ánimos en sus momentos difíciles como me los da a mi.
Y por supuesto que tengan un fin de semana súper feliz feliz disfrutando plenamente ya sea solos o acompañados.
Con amor
Marcia
13 de noviembre de 2021
Abre tus ojos a mi
necesito de tu ayuda
no lo quiero decir
porque sonaré débil.
Mis esfuerzos no bastan
para lo que quiero hacer
las fuerzas me abandonan
lo cotidiano se vuelve imposible.
Antes tenía vigor, vitalidad
que desbordaban en mi ser
ahora necesito mis descansos
y que abras tus ojos hacia mí.
Veme, pero en verdad observa
lo que necesito de ti
que cuando cansad@ me veas
me des tu mano amiga.
Que cuando sol@ me veas
me des tu compañía sin preguntas
sólo estar ahí conmigo
para no sentirme sol@.
Valoraré el tener
tu comprensión sincera
tus ganas de ayudarme
a salir juntos de esto.
Tal vez pueda hacerlo sol@
pero con tu apoyo
será mucho más fácil el proceso
no me quiero desgastar al límite.
Tal vez no te pida ayuda
pues no quiero molestarte
pero por favor, abre tus ojos, mírame
y abre tu corazón hacia mí.
Tal vez cuando lo hagas
ya no me sienta tan sol@
ya no vea tan imposible
la pesada cuesta subir.
Quizá hasta me contagies
de tus ganas de vivir
de tu fuerza espiritual
y quiera seguir adelante.
Por favor, abre tus ojos
pero de veras mírame
quiero que con tu mirada
te conectes con mi alma.
6 de noviembre 2021
Buenas noches queridos lectores, antes que nada quiero agradecerles una vez más su constancia en esta su casa donde siempre son bienvenidos.
En esta nochecita fría desde el rincón preferido de mi casa y ya en un rato de paz los saludo.
No saben el gusto que me da poder nuevamente comunicarme con ustedes por este medio después de tantos deberes que últimamente he tenido por fin tengo un tiempo libre.
El día de hoy vamos a hablar de algo que nos aqueja a todos hoy en día, la falta de comunicación.
¿Cuánto tiempo efectivo estamos al frente de una pantalla?
Las costumbres de hoy nos alejan de los demás, demasiadas distracciones en pantallas de todos tipos, colores y tamaños, tenemos un sinfín de dispositivos para distraernos y "comunicarnos", en los cuales hacemos desde trabajo, juegos, ver tutoriales, comprar cosas, estudiar, ver tv con series y películas sin fín a nuestro alcance con múltiples plataformas para todos los gustos y un sinfín de actividades.
No terminaríamos de ver la cantidad impresionante de series y programas que hay a nuestra disposición ni la cantidad de juegos que tenemos a nuestro alcance en el celular, muy a la mano.
Si queremos algo de comer y no tenemos tiempo de cocinar o no sabemos cómo hacer un platillo ahí lo podemos encontrar de inmediato, podemos consultar infinidad de dudas que tengamos y los buscadores siempre tendrán una respuesta.
Respóndanme esto:
¿Por qué nos cuesta trabajo ver cuando alguien nos necesita a menos que nos lo diga expresamente?
¿Es más grande el tiempo que dedico a convivir con mis seres queridos o el tiempo que le dedico a una pantalla?
Como yo lo veo, el estar en la pantalla tanto tiempo nos hace tener los ojos siempre abajo y no darnos cuenta de la realidad a nuestro alrededor.
No nos percatamos de cuando alguien nos necesita, incluso en el transporte público vamos atentos a nuestro teléfono y de vez en cuando volteamos hacia arriba sólo para ver la estación en que vamos y cuánto falta para descender del transporte.
¿Las necesidades de los demás? Tal vez eso no cuenta, lo importante es no aburrirnos, tener el mejor equipo que me permita permanecer "comunicado" y con los últimos avances de la tecnología.
Incluso me ha tocado ir al restaurant y ver parejas atentas ambos a sus celulares en vez de mirarse a los ojos y comunicarse con palabras, con la mirada, con las expresiones corporales.
Esta modernidad nos vuelve más efectivos en muchas cosas y nos facilita los procesos, pero nos aleja de nuestros semejantes, tan es así que trabajar desde casa, estando solo, ya es una realidad y las empresas pueden vivir con eso.
¿Podemos nosotros vivir aislados?
En una ocasión cuando compraba tamales escuché a un vecino de la tercera edad quejarse de la pandemia:
-Antes de la pandemia me iba cada domingo a bailar a la explanada del parque de los cocodrilos, eso me hacía muy feliz y convivía con mis amigos, ahora tengo que estar encerrado, mi cuerpo se está atrofiando y extraño el baile, a mis amigos y el salir-.
Suena triste porque no sabemos si esa persona tendrá nuevamente la oportunidad de salir a una actividad tan simple como lo es bailar con los amigos.
¿Cuánto nos estamos perdiendo por estar frente a una pantalla?
Esperemos que no sea mucho y que no sea tarde, ya que la única constante en esta vida es el cambio y los que están ahora muy posiblemente mañana ya no estén.
Eso es todo por hoy queridos lectores, espero que su fin de semana esté lleno de descanso y de disfrutar a todo y a todos los que están a nuestro alrededor con los ojos bien abiertos.
Muchas gracias por visitarme en esta su casa y los espero la semana que viene con otra historia.
Con amor
Marcia
6 de noviembre de 2021
Había una vez una joven de 16 años
que se enamoró de un joven de 20
y de su amor naciste tú.
Cuando somos muy jóvenes, somos inexpertos
creemos que todo lo podemos
que nada nos pasará.
Confiamos en que teniendo
buena voluntad y empeño
las cosas saldrán bien.
A veces la vida no es así
no podemos a la naturaleza apresurar
ni pedir que dé su fruto antes de tiempo.
Cuando estabas en mi vientre
ya tenías tu personalidad
te enojabas si alguien te tocaba
con excepción de tu papá.
Cuando escuchabas su voz te ponías muy feliz
podíamos saberlo por las vueltas
que dabas en mi vientre.
Te esperábamos con ansia
ya queríamos conocerte
teníamos miedo, pero también
estábamos comprometidos al cien.
Un buen día algo pasó
y tuviste que nacer antes
no era tu tiempo, dijo el doctor
y por eso no pudiste quedarte.
Eras una niña hermosa
cuando por fin te conocimos
ya tenías que irte
y eso rompió nuestro corazón.
Pensando en el umbral de la muerte
en que tú estás del otro lado
no se si me ves o no
o si pudiste escuchar mi llanto.
Quiero que sepas que yo no te olvido
que te amé profundamente
es la primera vez que te escribo
pero no la primera que te pienso.
Desde que te fuiste cada año
empezó la tradición
hay un lugar para ti en la mesa
para que por un mágico día
podamos estar juntos de nuevo.
Después de ti otros se fueron
y los fuimos agregando
y en este mágico día
los seguimos recordando.
Todavía sentimos el vacío
que dejaron con su partida
recordamos buenos momentos
y brindamos por ustedes.
Volcamos nuestro amor en una ofrenda
y creemos con todas nuestras fuerzas
que la luz de las velas les mostrará el camino
para estar juntos una vez más.
Con amor para Grecia y los demás familiares y amigos que partieron antes que nosotros.
Deseamos que disfruten del paraíso.
Con amor
Marcia
31 de octubre 2021
Buenas tardes queridos lectores, en este dominguito de flojerita medio nubladito y con desfile de muertos en la ciudad de México les saludo.
En esta ocasión hablaremos de algo que el tiempo no afecta: los sentimientos por nuestros seres queridos.
El día de muertos en México recordamos a los que se fueron antes que nosotros y algunas veces sentimos ese nudo en el estómago cuando pensamos en ellos, los extrañamos de nuevo.
Grecia tendría ahora 33 años y nada ni nadie hará que me olvide de ella, hasta que muera.
Lo mismo sucede con todos nuestros seres queridos que se fueron yendo después de ella y empezaron a hacer más grande nuestra ofrenda… y nuestros recuerdos.
El día de muertos recordamos que somos finitos, que la vida es prestada y también valoramos a nuestros seres queridos que aún están aquí.
Son días para disfrutar en familia y celebrar con los que ya se fueron contando a los más jóvenes miles de anécdotas y contestando sus preguntas también.
A todo el mundo le gusta saber de dónde procede, quienes fueron sus familiares y cómo eran, aunque no los hayan conocido y esta fecha es ideal para eso.
El tiempo nunca afectará lo que sentimos por los que ya se fueron, es algo que no cambia, siempre estarán en nuestros corazones y aprovechamos este día para poder estar juntos de nuevo y para que sepan que no los olvidamos.
Hacemos bromas sobre la muerte pero el recordarla nos hace reflexionar sobre lo definitiva que es y cómo en cualquier momento todo se puede acabar.
Es tiempo de compartir y recordar a los que ya no están pero que nunca dejarán de ser parte de nuestra gran familia.
Eso es todo por hoy queridos lectores, espero que su ofrenda les quede súper bonita y que tengan un lunes y martes de recordar a sus seres queridos que ya no están y las maravillosas experiencias que nos dejaron cuando estaban con nosotros.
Con amor
Marcia
31 de octubre de 2021