Pensamientos y Sentimientos

Por: Marcia Fragoso


Se nos llenó marzo con las estadísticas de las mujeres, sigan disfrutando este hermoso mes de la primavera.

Besos

Cuida tu mayor activo

¿Cuál es mi mayor activo?

muchos dicen que es tener una casa

un auto en el cual transportarme tal vez,

bienes materiales que hagan mi vida más fácil.


Definitivamente esos son activos

y es importante el tener

que es reflejo de mi triunfo profesional tal vez mis bienes sean mi mejor activo.


Puede ser, pero, ¿de dónde viene todo eso?

de un trabajo que me da lo necesario para subsistir

me ayuda a ser una persona plena profesionalmente

con él aprendo día a día, me relaciono.


Alcanzo metas que nunca pensé podría lograr

me siento exitosa gracias a mi trabajo ¿entonces mi trabajo será mi mejor activo?

¿y dónde queda mi familia?


Mi familia complementa mi felicidad están conmigo en las buenas y en las malas

me ayudan cuando lo necesito

y me cuidan cuando me enfermo.


Con mi familia tengo la oportunidad

de practicar mis habilidades sociales antes de salir al mundo,

y eso me ayudará a cometer menos errores

y lastimar menos a otros.


Puede ser que mi familia entonces sea mi mejor activo

pero, ¿qué hay de los amigos?

esos que sin tener un lazo de sangre están con uno en las buenas y en las malas.


Mis amigos hacen mi vida más feliz

me aceptan como soy

y me levantan cuando ya no puedo andar más

sí, tal vez mis amigos sean mi mejor activo.


Y ¿qué hay de mi?

de mi voluntad surgen los planes para mis sueños

con mi vigor los puedo hacer realidad tengo un corazón generoso que comparte con los demás.


De mí se origina todo, lo bueno y lo malo

las maravillas de mi vida y algunas decepciones nacen conmigo

yo soy el principio de todo, y si así lo decido, el final.


Definitivamente yo soy mi mejor activo soy una máquina perfectamente equilibrada

que me permite moverme hacia mis sueños

soy cuerpo, mente, corazón y espíritu.


De mi depende mi felicidad o mi desdicha

el que a veces me pueda o no mover

las relaciones exitosas que pueda tener soy un activo que debo cuidar pero, ¿cómo?.


Marcia

16 de abril de 2023

Hábito siete:cuida tu mayor activo

Buenos días mis queridos, les saludo en este dominguito hermoso, soleado y tranquilo de abril desde mi rincón preferido para escribir, esperando que al igual que yo estén disfrutando al máximo este hermoso día.


Han de saber que desde enero la empresa donde trabajo adquirió una nueva filosofía para entrenar a los ejecutivos de ventas la cual estoy aprendiendo, en un principio era como cualquier otro nuevo método para mi el cual había que aprender y rápido, como siempre sucede en éstas áreas de entrenamiento donde el que más sabe es el que enseña pero no siempre es el que más tiempo tiene para aprender, ése es uno de los retos de entrenar ejecutivos de ventas, aprender bien y rápido para poder enseñar a otros.


La nueva filosofía que estoy aprendiendo y que tal vez muchos de ustedes ya conozcan porque no es para nada nueva, tiene su origen en un libro que Stephen R. Covey escribió en 1989 que se llama los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, para serles sincera ya había escuchado hablar de este libro pero el título simplemente no me llamó la atención, he leído libros de superación antes, uno de ellos realmente cambió mi percepción de mi relación de pareja y con ello mi vida entera gracias a las decisiones que pude tomar sobre mi vida a partir de entonces.


En fin que como todo, les contaba que a partir de enero nos encargaron irnos familiarizando con ésta nueva filosofía que se nos presenta ahora de la manera más digerible posible a través de unos cursos que podemos tomar en el sistema de la empresa en línea; en vez de leer el libro de 206 páginas, podemos simplemente dedicar media hora de nuestro tiempo a aprender de cada hábito, más fácil y ameno no nos lo podían poner.


Pero bueno, ya saben cómo es uno de necio cuando algo no nos llama, y he de confesar que el título, pues simplemente no me inspiraba, eso de etiquetar a la gente en efectiva y no efectiva simplemente no va conmigo, no me gusta etiquetar a la gente, hasta hay experimentos sociales muy interesantes que nos enseñan que “como te ven te tratan” pero eso no siempre es lo más justo ni lo más inteligente, los peores rufianes usan ropa muy cara y elegante y tienen etiquetas de personas respetables gracias a su status social no siempre conseguido con su propio esfuerzo.


Considerando éste motivo del título poco atractivo mi mente, decidí simplemente enfocarme en lo que más importa: mi grupo de ejecutivos de ventas, que son la razón de ser de mi trabajo, de mi éxito como entrenadora y por ende tienen prioridad en la planeación de mi día a día.


Obvio esto no podía durar para toda la vida, ya que mi jefe optó por poner una fecha límite para asegurarse de que todos estuviéramos familiarizados con esta nueva filosofía, el 14 de abril, sí, he de confesarles mis queridos que fue el 14 de abril cuando terminé de estudiar los últimos tres hábitos del libro, en parte porque se atravesaron mis vacaciones y en parte por la carga de trabajo que he tenido así que no me considero irresponsable.


Han de saber que en lo que a mi trabajo se refiere, lo que me pide mi jefe siempre es prioridad y también me gusta respetar las fechas religiosamente, pase lo que pase, para mí es una inversión de tiempo en obtener la confianza de mi jefe para cuando pueda necesitar algún permiso extraordinario, como sucedió cuando mi mamá estaba enferma y tuve que combinar mis actividades de enfermera y entrenadora de ejecutivos de ventas.


El hábito siete es el último del libro y se llama cuida de tu mejor activo: ¡tú mismo!.


Si nos ponemos a pensar todo en nuestra vida se origina por nosotros mismos, cuando somos pequeños estamos altamente influenciados por terceras personas, tenemos una religión heredada, una cultura y por ende una manera de pensar heredadas, incluso un físico determinado por quienes son nuestros padres, enfermedades transmitidas genéticamente y un cúmulo de características que son nuestro punto de partida para llevar una vida exitosa o no tan exitosa.


El hecho de que nuestra vida sea exitosa o no depende cien por ciento de las decisiones que tomamos cuando crecemos y de lo que hacemos en consecuencia, pero en el libro Stephen R. Covey lo plasma de una forma menos regaño y más objetivamente, en fin que éste día hablaremos de ese hábito siete tan especial.


Somos una mezcla de cuatro capacidades: cuerpo, mente, corazón y espíritu.


¿Cómo sería nuestra vida si nuestra prioridad estuviera enfocada en alimentar esas cuatro facetas de nuestro ser?


Si cuidara de mi cuerpo, comiendo bien, durmiendo bien, haciendo ejercicio a pesar de todo y de todos, dedicando tiempo para mi en primer lugar y al inicio o término de mi día religiosamente sin fallar.


El hacer ejercicio genera endorfinas que nos hacen sentir más felices y por consecuencia vamos a mirar de manera diferente nuestro día a día, también podemos liberar estrés, nos daremos cuenta con el tiempo de que nos podemos mover mejor, nuestro cuerpo se empieza a ver más tonificado y sano y eso nos hace sentirnos más felices con nosotros mismos, es un círculo de felicidad que proyectamos hacia todo lo que nos rodea.


El dormir bien nos va a dar la energía necesaria y la concentración para enfrentar el nuevo día y el comer bien es nuestro combustible que permite que la máquina perfecta de nuestro cuerpo funcione como debe y no como pueda.


Pensemos: ¿le pongo gasolina a mi coche o cualquier líquido que se me ocurra? Obvio, le pongo gasolina porque si no se descompone, así es nuestro cuerpo cuando no comemos lo que debemos de comer, se descompone, sólo que no lo notamos tan rápido como con el coche y en general esa falta de atención sale a la larga muy cara en dinero y en esfuerzo tratando de superar los retos de una enfermedad crónica provocada por nuestra falta de atención con la alimentación.


El tener un sueño descuidado igualmente nos puede causar problemas de falta de energía, falta de atención, incluso podemos tener accidentes en el hogar o con el automóvil por la falta de sueño.


Y el no hacer ejercicio a la larga nos pasa factura, porque un cuerpo que no se mueve continuamente, simplemente llega un momento en que ya no se puede mover.


O sea que, no hay pretexto que valga, recordemos que somos nuestro mayor activo, nuestro mayor tesoro, nuestro precioso o como nos queramos llamar a nosotros mismos y a cuidar de ese cuerpo para que nos sirva por muchos, muchos años y nos ayude a lograr una vida plena y feliz.


Otra de nuestras facetas es nuestra mente, el cúmulo de conocimientos que logramos aprender a lo largo de nuestra vida, lo que aprendemos todos los días, las nuevas habilidades.


Sin importar la edad que tengamos el alimentar nuestra mente con conocimientos nuevos, el logro de sueños, la lectura constante y los pasatiempos son importantes para mantener nuestra mente saludable, activa y siempre alerta, con una mente lúcida podemos hacer los planes necesarios para lograr incluso la metas más básicas en nuestro día a día y hasta nuestros sueños más caros.


No hay límite de edad para el aprendizaje, todos podemos si nos lo proponemos aprender cosas nuevas y con ello lograr lo que queremos, nuestro tiempo lo administramos nosotros mismos y debe haber un espacio para nuestra mente en nuestro día a día.


La tercera y no menos importante es nuestro espíritu, nuestras creencias trascendentales, a lo mejor creencias en un ser superior, la relación que tiene nuestro yo con el universo y la naturaleza, la filosofía en la que basamos nuestra vida, todo eso alimenta nuestro espíritu y lo ejercemos por medio de participaciones en comunidades religiosas, voluntariados, meditación, entra otras actividades; ese tiempo que dedicamos a enriquecer eso que nos hace humanos: cuando hacemos un voluntariado la recompensa no es para los que estamos ayudando, sino para nosotros mismos.


¿Cómo sería nuestra vida si entre nuestros objetivos diarios incluyéramos éste alimento para nuestro espíritu? Seguramente nuestro enfoque sería diferente ya que tomaríamos como guía la trascendencia de nuestro ser ¿qué es lo que va a recordar la gente de mí mañana? ¿o cuando ya no esté? ¿o en cien años?.


Nuestra cuarta faceta es nuestro corazón, las relaciones interpersonales que tenemos con los que están a nuestro alrededor ¿de qué calidad son mis relaciones con mi familia y mis seres queridos? ¿tengo asuntos pendientes de ofrecer disculpas a alguno de mis seres queridos? ¿o de plano no le hablo a alguien en mi círculo desde hace años? ¿qué importancia le doy a tener una relación con los demás en la que la prioridad sea demostrar el amor que siento por ellos cada día?.


El tiempo pasa mis queridos y lo más importante es que nuestros seres que amamos a nuestro alrededor, sepan eso, que los amamos y que son importantes para nosotros, el hecho de tener buenas relaciones afectivas nos genera la tranquilidad y el impulso para lograr nuestras metas, para rendir en el trabajo, para superar los retos que la vida nos pone, nuestro corazón es prioridad y con ello nuestras relaciones afectivas.


Imaginen cómo sería nuestra vida si incluimos un alimento diario para nuestro mejor activo: nuestro cuerpo, mente, espíritu y corazón.


Eso es todo por hoy mis queridos, les agradezco infinito su asistencia de esta semana a ésta su casa y gracias por hacer éste sueño realidad, ya vamos para tres añitos en agosto y contando.


Los espero la semana que viene con otra historia que nos haga reflexionar y sentir.


Les desea un fin de semana súper descansado y una semana de lo más feliz y exitosa.


Con amor
Marcia
16 de abril de 2023

Sólo un segundo más

La vida está llena de segundos,

momentos que pasan fugazmente

ante nuestros ojos

y se van para nunca volver.


Estamos rodeados de números 

en todo momento:

sólo una abdominal más

sólo un esfuerzo más.


Sólo un kilo menos

sólo un día más de madrugar

poco a poco, construimos o destruimos,

muchas veces sin darnos cuenta.


Sólo un postre más

sólo una hora más en cama, sólo un día más…

y así se pasan, los segundos, los días,

la vida entera en un suspiro.


Si nos ponemos a pensar,

el tiempo sí es relativo

si mi cuerpo está firme haciendo plancha

un minuto es una eternidad.


Pero si comparto con seres queridos

las horas se me van volando

entonces ¿por qué no esforzarme

sólo un segundo más?


Puedo usar el tiempo a mi favor

o en mi contra

puedo aprovecharlo o desperdiciarlo

hacer con él lo que quiera.


O simplemente dejarlo pasar sin hacer nada

pero ese tiempo que pasó, jamás volverá

lo habré perdido o tal vez invertido

es mi decisión.


Quiero que ese segundo de esfuerzo

me de el máximo beneficio

lo voy a invertir en mi bienestar 

y pondré todo mi esfuerzo

por aprovechar ese sólo segundo más.


Quiero que esas horas en familia

que por cierto ya no volverán, sean memorables

así que pondré mi mejor actitud

para acercarme a los míos y noten que los amo.


No voy a dejar ir mis segundos, mis horas

mis momentos tan fugaces y deseados

voy a hacer lo que me gusta siempre

y voy a dedicar tiempo para mi.


Este tesoro llamado tiempo 

ya no se desperdiciará jamás

y cuando termine mi tiempo en esta vida

habré disfrutado cada segundo hasta más no poder.


Marcia

9 de abril 2023

La vida está llena de números

Buenos días mis queridos lectores, en este dominguito soleado y tranquilo de fin de semana largo les saludo desde mi rincón favorito para escribir esperando que su domingo esté siendo maravilloso y que lo estén disfrutando plenamente.


Varios momentos inspiraron el tema que hoy nos ocupa, en realidad son varios temas en uno, porque el tiempo está en todos lados y los números también.


Les contaré una anécdota para ejemplificar mi comentario, hace ya algunos años estábamos en la UAM Azcapotzalco porque mi hijo mayor iba a entrar a estudiar ahí y unos estudiantes de los semestres avanzados amablemente nos estaban mostrando las instalaciones de la escuela, entonces llegó el momento de las preguntas y respuestas y nos invitaron a sentarnos en un salón y cuando el alumno que era nuestro guía hizo un comentario sobre que había que tener cuidado de transitar en grupo en las calles de afuera porque habían tenido casos de asaltos, uno de los padres de familia prepotentemente le dijo: “ahhhh, ahí tus matemáticas no te funcionan ¿verdad?”.


Siendo honesta sentí mucha rabia acumularse en mi interior al ver a éste señor ensañandose con un muchacho de veintitantos y haciendo burla de él por no poder usar las matemáticas para evitar los crímenes, entonces respondí:


“Señor, ahí usted está equivocado, si me permite diferir, las matemáticas están en todo, le voy a poner algunos ejemplos: mientras más basura tiremos en la calle, más coladeras se taparán y sufriremos más inundaciones; mientras más artículos robados compremos, estamos incentivando más robos; si damos mordida fomentamos la corrupción, es una cadena señor, en la cual las matemáticas y todos formamos parte por igual, nosotros tenemos el control del resultado, todos somos responsables”


Esta fue una manera muy gráfica de explicar las matemáticas en nuestra vida en comunidad: más responsabilidad y consideración a los demás, mejor convivencia y bienestar.


Otra experiencia con las matemáticas, pero esta vez en relación al paso tan sorprendente del tiempo la encuentro cuando hago ejercicio, en ese momento damos todo, o tal vez no; cuando estamos en el salón esforzándonos se me figura que estamos en la sala de tortura, esmerándonos al máximo y sintiendo el dolor que eso representa y eso no siempre es agradable, mejor dicho, nunca es agradable, siempre duele, siempre requerimos dar el máximo y no vemos los beneficios en ese momento sino hasta que pasamos por la báscula o nuestra ropa ya nos queda, o mejor aún, cuando podemos movernos sin problemas.


Analicemos esta situación a detalle: ese esfuerzo doloroso y que nadie quiere experimentar se vuelve más doloroso cuando no lo comparamos con el resto de nuestro día, cuando no dimensionamos y les voy a poner un ejemplo mis queridos, para explicarme más:


Pensemos: en una hora de ejercicio el máximo esfuerzo se hace en 40 minutos, ya habiendo restado el calentamiento al inicio, el estiramiento al final y los descansos entre un ejercicio y otro.


Tomemos una calculadora: el día tiene 24 horas, o sea 1440 minutos, de los cuales estoy ocupando 40 minutos para beneficio de mi organismo y si tomo dos clases 80 minutos y así sucesivamente.


Digamos que tomé dos clases, son 80 minutos, divididos entre 1440 minutos que tiene el día me da 0.055, es decir que estoy utilizando el 5% de mi día en beneficio de mi cuerpo, un beneficio que me permitirá moverme mejor, estar más saludable, generar endorfinas que me dan felicidad, empezar mi día más temprano, regular mis ciclos de sueño, entre muchos otros que cada quien pueda experimentar.


Y eso no es todo, no hacemos todos los ejercicios a la vez, supongamos que estoy haciendo una plancha, lo más que nos ponen en nuestro nivel son 40 segundos en una plancha o un ejercicio de un minuto y eso ya es eterno, hagamos la matemática:


Si el ejercicio dura un minuto, digamos, dividido entre 1440 minutos que tiene el día me sale 0.00069, o sea que estoy utilizando el 0.07 por ciento de mi tiempo en ese ejercicio en particular, es un suspiro, es nada, entonces: ¿por qué es tán difícil poner el máximo esfuerzo en ese solo minuto? lo sé y lo he experimentado, nos duele, nos cansa, nos hace sufrir, pero si pensamos los beneficios que ese solo minuto nos va a dar a futuro y en que sólo estoy dedicando el 5 por ciento de mi día a hacer ejercicio, les aseguro que nos será más fácil aprovechar ese minuto que por cierto, nunca volverá, para poner nuestro máximo esfuerzo, nuestra mejor actitud y nuestra mejor sonrisa.


El tiempo es relativo decía Einstein, ¿qué quiere decir esto?


Relativo: que es incompleto y requiere de cierta comparación o relación.


Ahhhh! entonces si relaciono el tiempo con algo, como lo estamos haciendo en este momento,va a tener más significado, por ejemplo, un programa de televisión que dura 30 minutos y que se nos va volando comparado con ese minuto de ejercicio que nos dura toda una eternidad, es relativo, por eso a veces sentimos que el tiempo se va más rápido y otras más lento pues lo sentimos así dependiendo de lo que estemos haciendo en ese instante.


En lo personal cuando hago ejercicio y empiezo a pensar: “el maestro me dijo que hiciera diez vueltas de veinticinco metros, una de cada estilo” yo las agrupo, mariposa, dorso, pecho y crawl es una serie, o sea que tengo que hacer dos series y media, es fácil de contar y si me pierdo en la cuenta una vuelta de más no me va a hacer daño.


Cuando voy en la vuelta cinco, estoy acercándome a la mitad y cuando voy en la vuelta seis, empieza la cuenta regresiva y las vueltas se pasan más rápido, lo mismo con las abdominales, con la plancha, con las lagartijas, uno, dos, tres, cuatro (ya no aguanto), cinco, seis, siete (un esfuerzo más), ocho (ufff) ocho, siete, seis, cinco, (ya mero), cuatro, tres (sí se puede) dos, uno, ¡yes! ¡si se pudoooooo!.


Si necesito descansar por unos segundos, no pasa nada, sé que en la siguiente vuelta me será más fácil poner mi máximo esfuerzo y cada clase que pase aguantaré mejor, me estiraré mejor, respiraré mejor, me sentiré mejor.


Y ésta es, mis queridos, la manera en que podemos hacer que cada momento de nuestra vida cuente, sé que cuesta trabajo pararnos temprano, esforzarnos, organizarnos, pero sólo eso nos traerá beneficios más allá y nos acercará a nuestras metas.


Esto lo podemos trasladar a nuestra vida, a nuestras relaciones, podemos desperdiciar nuestro tiempo o invertirlo, depende de nosotros.


Eso es todo por hoy mis queridos, espero que disfruten al máximo lo que queda de este domingo hermoso y que empiecen su semana con todas las ganas y felicidad del mundo.


Les agradezco su asistencia a este su blog y los espero la semana que viene con otra historia que nos haga pensar y sentir.


Con amor

Marcia

9 de abril de 2023

Fortaleza


Y entonces entendí que el plan 

que tenía para el resto de mi vida 

había fracasado, aposté de más

a algo que nunca iba a ser.


Y me sentí perdid@ en el limbo

de mis indecisiones, sin saber qué hacer

¿Cuál será el siguiente paso?

no lo sabía, lo único tangible

era este inmenso dolor.


La derrota, una vez más en la lona

y sin fuerzas para levantarse

una vez más, cuando días antes

aseguraba que nunca más.


¿Cómo nos puede cambiar la vida

de forma tan repentina?

¿De dónde sacar fortaleza

cuando sólo siento dolor?


Mi vida de repente dio una vuelta

de ciento ochenta grados

que me dejó de cabeza

y sin entender qué pasa.


Y más allá de eso, sin ganas de levantarme

cansad@, sólo quiero dormir

y esperar que por un milagro todo pase

pero hay tanto que hacer…


Bien lo dice el dicho: 

podemos esperar algo diferente

si hacemos cosas diferentes

era infantil pensar que ésto funcionaría.


Pero ¿qué es lo diferente?

¿Cómo es diferente? no lo sé

lo único que aprendí 

es lo que ví en otros.


¿Cómo empezar de nuevo

cuando no sabes hacia dónde quieres ir?

y más aún cuando no sabes cómo llegar

pero no queda de otra, hay que seguir.


Bueno “hay” se escucha como una orden

¿Hay que seguir siempre?

¿O es acaso que podemos quedarnos 

por un momento en la contemplación?


¿Es menester hacer esto o aquello?

¿Estoy obligad@ a levantarme justo ahora?

porque entonces terminamos en el eterno

“hay que”.


Decidir por primera vez lo que quiero de mi vida,

levantarme cuando se me antoje

y descansar también en el momento que quiera

darme ese tiempo deseado 

para simplemente no hacer nada, si así lo quiero.


Pensándolo desde ese punto de vista

lo único que tengo que hacer es tomar una decisión

si me llevará a otras más, no lo sé, no importa ahora

siempre y cuando pueda sanar.


Marcia 

2 de abril de 2023



Sin tema


Buenos días mis queridos lectores, en este dominguito de calor y sumamente tranquilo, los saludo desde mi rincón favorito para escribir, para los que se acaban de integrar al blog, mi rincón favorito para escribir es mi cuarto y tiene una historia muy especial porque cuando me vendieron el departamento me dijeron que tenía dos recámaras y alcoba y que la alcoba la podía techar sin ningún problema, mi primer techo me lo puso un trabajador que todo lo hace mal, era de policarbonato, el techo literal terminó casi volando con un viento fuerte, es muy gracioso de imaginar y a la vez imaginen una recámara, algo tan privado a la vista de los vecinos ¡qué oso! sólo espero que mi experiencia los haga reír como me hace a mi, porque después del trago amargo reírnos de lo que pasó no hace daño.


Mi segundo techo fué de policarbonato nuevamente en forma de dos semicírculos el cual era sumamente difícil de limpiar porque nadie se podía subir ahí y continuamente se tapaba el pequeño orificio que dejaron como desagüe con la basura que mis amables vecinos tiraban desde los departamentos de arriba.


Así que decidí ahorrar para poner un techo muy bonito de vitroblock con varilla y cemento más firme el cual pudiera limpiar sin problema y que no tuviera los problemas de ruido de los techos anteriores, porque el policarbonato cuando llueve hace un ruido espantoso que no te permite escuchar ni tus pensamientos


Llegó el tan ansiado día de hacer la obra, ésto empezó en mayo del 2021 y yo estaba súper feliz, no imaginaba lo complejo que es poner un techo ni tampoco cabía en mi cabeza el procedimiento para que mientras se seca el cemento mantenerlo en el techo y así.


Total que el albañil me dijo que necesitaba aproximadamente quince días para hacer la obra, lo cual me pareció un plazo razonable, puso la cimbra, o sea unas tablas que parecían el piso del vecino de arriba que cubrían toda la habitación, sostenidas por unos pilares también de madera.


En ese tiempo la pandemia apenas empezaba y estábamos estudiando y trabajando en casa, así que ya podrán ustedes imaginar el escenario diario: el albañil llegaba y yo tenía que pedir unos minutos a quien estuviera del otro lado en la computadora para ir a abrir a la puerta peatonal, mi perra ladraba como loca y había que encerrarla, entonces se hacía un escándalo que aturdía, luego teníamos que repetir el ritual durante el día por 4 o 5 veces más, llegaban más albañiles o iban por material, o iban a comer, etc, etc, etc.


Ya se imaginarán que al final del día terminábamos sumamente cansados de tanto entrar y salir de los señores, del tiradero y del ruido.


¡Ahhhh! ¡Pero eso no es todo! MI vecino de arriba era el administrador del condominio y me dejó un escrito en el cual decía que yo tenía que pedir un permiso del gobierno para poner mi techo,sobre todo para asegurarnos de que no se fuera a dañar el edificio; por supuesto yo ignoraba esto cuando inicié mi obra pero no tenía ningún inconveniente en hacer las cosas legalmente, en ese tiempo mi experiencia con oficinas gubernamentales había sido muy buena, digamos, así que no tuve ningún inconveniente en ir a tramitar mi permiso.


Me mandaron a tres oficinas diferentes y en la última que fue protección civil, me dieron un documento en el cual decía que podía hacer la obra y que no dañaría el edificio, éste proceso de obtener por fin respuesta de alguien duró dos meses, durante los cuales tuve que dormir en la sala porque en mi cuarto estaba la cimbra, el departamento estaba súper obscuro porque esa habitación era una importante entrada de luz natural y tuvimos que detener la obra mientras tanto, o sea que de los quince días que se planearon al principio sumamos dos meses de trámites burocráticos.


Mi vecino no estuvo contento con el documento así que fui una vez más a la delegación y me pidieron un permiso como para construir un edificio, entonces contraté un despacho de arquitectos y abogados el cual no sirvió de mucho, pues me tramitaron un permiso para remodelación el cual no era adecuado para hacer un techo, en fin que mi vecino que no quería que se hiciera la obra y yo con la desesperación de terminarla, nos fuimos hacia lados completamente opuestos; yo apuré la finalización de mi techo mientras tanto y él fue a quejarse a la delegación; la rapidez con que vinieron a hacer tres inspecciones y con la que pusieron los sellos de suspensión de la obra fue impresionante si la comparamos con el año y medio que me han tenido esperando para decirme que me tengo que regularizar y tramitar unos permisos, apenas la semana ante pasada, ante eso ya mejor se ríe uno, pero en el momento el coraje y la impotencia prevalecían en mi ser y con justa razón.


Total que mi vecino se mudó de casa hace ya casi un año y yo sigo con éste trámite pendiente, afortunadamente, desde julio del año pasado el techo se terminó de hacer y yo aunque con los sellos y el trámite pendiente puedo decir que les escribo desde “mi rincón favorito para escribir” que es mi cuarto con el precioso techo de vitroblock encima de mi y entrando una agradable luz natural de nuestro amado sol, la cual hace hermosas figuras en la pared gracias al vitroblock.


Fue difícil, sí, más caro de lo que esperaba, también, que hubo tropiezos en el proceso los cuales no se resuelven totalmente, también, que las cosas no salieron como esperaba, totalmente de acuerdo.


Y se han de preguntar ¿y eso qué tiene que ver con el poema? han de pensar que ya estoy divagando.


Bueno sí y no, y de ahí viene el título de la reflexión sin tema, o sea que no tenía pensado un tema para hoy y ésto surgió literalmente de la nada, el tema de la fortaleza se me ocurrió al principio del día de hoy, no hay fórmulas secretas en cuanto a la fortaleza se refiere y no hay “se tiene que hacer ésto o el otro” sólo hay decisiones que debemos tomar y qué esperamos de nuestra vida, sea cual sea la situación.


Que nos vamos a encontrar tropiezos, es bien cierto ¿nos vamos a rendir? depende de qué tanto queramos lo que está al otro lado de la barrera que nos impide obtenerlo.


Que hay sucesos que nos cambian la vida y que no esperábamos, también estoy de acuerdo, la cosa es ser fuertes y en ocasiones necios como las mulas para obtener lo que queremos y confiar en nuestras capacidades a pesar de todo y de todos, que nadie nos venga a decir si somos buenos para algo o no o si debemos hacer algo o no, decidamos nosotros mismos.


Nos podemos equivocar, sí, eso puede pasar, pero si no tomamos decisiones la vida se nos irá sin saber si lo que queríamos era un error o un acierto.


Es un tema para hablar y experimentar y del cual aprender durante toda nuestra vida, la fortaleza siempre está presente en todo lo que hacemos y cómo lo hacemos.


Eso es todo mis queridos, espero que su fin de semana esté lleno de descanso y fortaleza en todos los ámbitos de su vida y que sean felices ya sea solos o con sus seres queridos.


Los espero la semana que viene con otra historia que nos haga pensar y sentir.


Con amor


Marcia

2 de abril de 2023        


Me dijeron que debía

Desde que nací
todos esperaban mucho de mi
me dijeron que debía ser

feo, fuerte y formal.

Pero no me gusta ser feo
me gusta ser débil a veces
y no siempre soy formal

pero soy un fracaso de no serlo.

Me negaron mi niñez
incluso cuando era pequeño

porque un hombre no es un niño
ya que un niño es débil, indefenso.

Debo ser poderoso, protector
ser líder y no tener miedo
pero en ocasiones tengo miedo
hasta de lo más sencillo.

¿Por qué debo ser fuerte siempre
y jamás llorar o mostrar mi sentir?
no soy menos hombre si lloro,
cuando me embarga el sentimiento.

¿Por qué ser como un robot
que sólo ejecuta, no siente
que nunca expresa emoción alguna
y nunca derrama una lágrima?

Los sentimientos son para mujeres
se me dijo

¡pórtate como hombre!
pareces nena, ya deja de llorar.

¿Por qué me deben de gustar
sólo las mujeres?
Ser homosexual es de maricas

y tú eres todo un hombre.

Pero yo quiero elegir, quiero sentir
en mi momento débil
poderme apoyar en alguien
sea pareja, familiar o amigo.

Quiero poder expresar mi sentir
lo que no me gusta,
que mi voz se escuche y no sólo
cumplir todo el tiempo mi papel.

Me dijeron que debía ser el proveedor
que para eso nací hombre
para tener una familia y darles todo
ese es mi papel en la sociedad.

¿Y qué si no quiero tener familia?
Y mi vida en soledad disfrutar
¿Y qué si no quiero proteger a nadie?
¿Que hay de malo en aceptar mi temor?

Me dijeron que no debía tener miedo
el miedo es de nenitas y yo soy todo un hombre
pero tengo miedo, a veces mucho

y me muero por contarle a alguien.

Esperan de mi que rompa muchos corazones
cuantos más mejor
el hombre experimentado es mejor
ni siquiera sé para qué.

Me dicen que mi hombría se demuestra
por el tamaño de mi órgano reproductor
mientras más grande mejor
es la señal de todo un hombre.

Quiero decidir con quien relacionarme
y no hacerlo por imposición
que dejen de juzgarme
por los centímetros de mi sexo.

Dejar las etiquetas atrás
borrar las imposiciones
y por primera vez ¡ser libre! ser yo
y moldear mi yo a mi modo
sin que nadie tenga que opinar.

Marcia
25 de marzo de 2023

19 de marzo, día mundial del hombre

Los estereotipos y nuestros hombres

Buenas tardes mis queridos, les saludo en esta tarde de sabadito entre medio caluroso y con escasez de agua y por fin estrenando tablet para el blog, ando literal como niña con juguete nuevo, ví una oportunidad y formalicé mi actividad de escritora con todos los implementos necesarios para ello.


El día de hoy hablaremos de las etiquetas impuestas a los hombres desde que nacen y que les provocan problemas psicológicos en ocasiones durante toda su vida, impidiéndoles vivir una vida plena y feliz.

Es difícil hablar de algo sin comprenderlo en su totalidad, pues no soy hombre y culturalmente nadie espera de mi lo que esperaría de un hombre, sin embargo el hecho de tener dos hijos y dos ojos me hacen notar cierta parte de nuestra cultura que también a nuestros hombres les impide expresarse como ellos hubieran querido, ya que estos deseos en ocasiones se contraponen a lo que la sociedad espera de ellos y finalmente, no son libres, deben actuar bajo un standard establecido o de lo contrario no son dignos de llamarse "hombres de verdad" y reciben calificativos como "nenita" "cobarde" "maricón" y demás.


Es de todos sabido que dentro de nosotros, hombres y mujeres tenemos un instinto de supervivencia que nos protege de que nos hagamos daño, en el caso de los hombres lo que espera la sociedad de ellos es que sean los valientes, porque "el miedo no es de hombres", ellos deben de ser los protectores sin importar que se estén muriendo de miedo y la valentía es, en general un atributo que la mayoría de las veces se les otorga a los hombres.


Sin embargo tanto hombres como mujeres podemos sentir ese miedo tan natural que nos protege y deberíamos poder reconocer que tenemos miedo, deberíamos poder ser igual de precavidos e igual de cuidadosos con nuestra integridad sin que nos llamen "nenita" o "cobarde".

Imagínense una persona a la que le presionan tanto psicológicamente a ignorar sus miedos que termina atentando contra su integridad, no es casualidad que la mayor parte de los accidentes tanto automovilísticos, del hogar y en el trabajo sean protagonizados por hombres, no es casualidad tampoco que la esperanza de vida para los hombres sea menor, porque "el doctor es para nenas", se espera que sean tan fuertes que en su vida no tengan que pisar un consultorio y que nunca se enfermen.

No importa que seas feo pero debes ser fuerte y formal.

Entre más mujeres tengas, mejor, símbolo de tu hombría y de que tienes los atributos para satisfacer a muchas de ellas y todas están locas por ti, esto sonaría muy bien, lo que no es nada fácil en estos días es que todas esas mujeres te hagan caso siquiera y que puedas llegar a lo mejor a primera base (un beso después de una cita).

El hecho de salir a divertirse con los amigos y tener que terminar la noche ligando a una completa desconocida representa una presión que no desearíamos para una noche de diversión.

Se espera que el hombre sea el cazador y la mujer la presa.

Y ¿qué hay del hombre que quiere tener la libertad de no cazar si no quiere? ¿Por qué un "hombre de verdad" siempre debe estar tras la mujer cual perro en celo? ¿No hay un momento de calma en el cual simplemente quiera disfrutar con los amigos y ya?.


El hombre debe de ser el proveedor.

Y esto se ve a diario, las chicas ni siquiera te voltean a ver si no tienes un trabajo estable, un lugar donde vivir (y que vivas solo) y un medio de transporte propio; en vez de conocer a la persona tal parece que estamos en una entrevista de trabajo para ver si tienen las condiciones ideales para iniciar una familia.

Apenas te estoy conociendo y ya estás pensando en si tengo la capacidad de satisfacer tus múltiples necesidades y las de tus futuros hijos y a lo mejor hasta las necesidades de tus papás y familia, porque cuando uno se casa, también se casa con la familia.

¿Qué hay para aquellos que no quieren formar una familia? o que apenas están empezando y viven con sus papás, por ejemplo y no tienen un medio de transporte propio ¿no tienen derecho al amor? se pensaría que no, el amor es sólo el preludio para iniciar una familia, pero ¿qué tal si no está entre mis planes tener una familia pero sí quiero una pareja?
<span;>todos tenemos derecho a decidir lo que queremos en nuestra vida y cómo y cuando lo queremos y también lo que no queremos.

Se espera de los hombres que no lloren, que sean fuertes de sentimientos que nunca se quiebren, ya que el llorar y caer "es de mujeres", el hombre debe ser el que consuele, el que resuelva todo para "que ella" no llore.

Nada más alejado de la salud mental, el hecho de esconder nuestros sentimientos en lo más recóndito de nuestro ser y no permitirnos mostrar al mundo nuestras diferentes facetas de tristeza, angustia, miedo y debilidad entre otros sentimientos, nos crea angustia que al pasar de los años se vuelve crónica y no nos deja ni dormir, vienen los ataques de pánico o de cólera, las explosiones sin saber por qué, ya que todos esos sentimientos durante tanto tiempo reprimidos deben salir de una forma u otra y es entonces cuando el volcań estalla y no es lindo ni sano verlo.

Se espera que los hombres no jueguen, que no se diviertan "el jugar es de niños" y un niño es débil e indefenso, un hombre digno de llamarse hombre ni siquiera tuvo niñez porque la niñez no es de hombres, cualquier signo de debilidad y fragilidad no es masculino y no se lo deben permitir.

Pero ¿qué hay de los hombres a los que les encanta jugar? que se la pasan el mayor tiempo posible en las consolas de video juegos jugando solos, en pareja o hasta con sus propios hijos, eso no los hace menos hombres y el juego es una forma muy sana de externar nuestras emociones y sacar nuestras frustraciones, hay incluso juegos que nos permiten aprender y relacionarnos, así que ¡a jugar todos! y olvidemos esos prejuicios de que los hombres no son niños y no se conectan con su niño interior. 

En fin que podemos pasarnos todo el día hablando de lo que esperamos de nuestros hombres que es sumamente impuesto y cultural.

El día de los hombres es para concientizar todas estas etiquetas que les hemos impuesto a nuestros queridos padres, tíos, primos, sobrinos e hijos y que no les permiten ser en verdad libres.

Levantemos nuestra voz contra los prejuicios que afectan tanto a hombres como a mujeres, trabajemos en equipo por un mundo más libre, más equitativo, apoyémonos más sin importar nuestro sexo, la valentía, el instinto protector y el liderazgo no son exclusivamente de hombres, así como el expresar nuestras emociones, la fragilidad y la debilidad no son exclusivas de las mujeres.

¡Vivan las diferencias que nos complementan! y ¡viva la libertad de ser los hombres y mujeres que queremos ser!.

Esto es todo por hoy mis queridos, espero que su fin de semana sea súper descansado y que en su entorno logren ver y evitar las imposiciones que hacemos a nuestros amados hombres.

Los espero la semana que viene con otra historia que nos haga sentir y pensar.

Sean felices y amados, así como son.

Con amor
Marcia

24 de marzo de 2023

Nervios y lo que le sigue

 

Mi experiencia con los webinars me sirvió

siempre me pongo nerviosa

al presentar un tema frente a 150 personas

pero es un nervio controlado.

 

El prepararme con tiempo

me da mucha seguridad

me hago preguntas y me las respondo

y cuando presento estoy lista.

 

En esta ocasión

era mi primera vez cantando

empecé el 21 de enero

y me presenté el 11 de marzo

 

De momento pensé, es demasiado pronto

pero era algo que había aplazado

durante toda mi vida

así que me preparé a diario.

 

Tenía la seguridad de saberme las canciones

las había ensayado todos los días

de ida y de regreso al gym

ya hasta sin música, las podía cantar.

 

Me contaba mi hijo Daniel

que presentarse daba muchos nervios

yo siempre los había controlado

así que no entendía de lo que hablaba.

 

El día de la presentación

empezó la preocupación

las canciones se me olvidaban

no recordaba en qué parte entraba yo.

 

Controlé mi pensamiento y dije:

todo va a salir bien, ya vienes preparada

lo que más me daba miedo

era olvidar parte de la canción.

 

Estar tras bambalinas es súper divertido

puedes cantar quedito, platicar, bailar

al son de la otra canción

en fin que puedes hacer lo que sea

porque nadie te está viendo.

 

Por fin me tocó mi turno

el aplauso de bienvenida

las miradas expectantes

y la entrada con el piano.

 

Y fue cuando lo sentí,

una oleada de adrenalina

¿Qué digo nervios? ¡lo que le sigue!

no sabía por qué me sentía así.

 

Por supuesto necia soy y pensé

¡esto no me va a arruinar

mi evento tan esperado!

y me animé a cantar.

 

¡oh! Una sensación sin igual

adrenalina al por mayor

escuchar sólo mi voz y el piano

¡sentir la vida como nunca antes!

 

¡sí! ¡vida! Brotando por todo mi ser

al compás de la música

mis gestos, mi voz, se unieron

para interpretar la canción.

 

La primera salió muy bien

sin problema alguno, diría yo

en la segunda olvidé la letra

y por segundos corrí, detrás de la melodía.

 

El resto de la segunda canción

pasó sin contratiempos y no pude evitar pensar

¡oh cielos! Tal vez no se oyó tan bien.

pero esa sensación de alegría, de triunfo

no la olvidaré jamás.

 

Pasó lo que más temía

durante la segunda canción

olvidé la letra por un momento

y de mí misma me reí.

 

Bueno, para ser la primera vez

no estuvo nada mal

ya después escucharán

lo que estoy preparando ahora.

 

El sueño de toda mi vida

se está haciendo realidad

por ello soy feliz

y apenas voy comenzando.

 

Marcia

19 de marzo de 2023

Una nueva experiencia

Buenas noches mis queridos, les escribo desde mi rincón favorito para escribir en esta tarde de dominguito nublado y después de llover.

 

El día de hoy me tardé en escribirles porque estuve todo el día con mi hijo mayor David en lo que fue mi primera Mole, es una exposición en la que los fanáticos del ánime y el cine se reúnen dos veces al año para compartir; hay conferencias, concursos, talleres, autógrafos y fotos con personalidades del medio del espectáculo enfocado al ánime, en fin que fue una experiencia sumamente agradable, es cansado porque caminas mucho tiempo pero era muy agradable ver a las familias disfrazadas, las parejas, gente sola, de todo; también la muestra del arte y la creatividad de los numerosos artistas invitados es un deleite para los ojos y para cerrar con broche de oro la conferencia con Ron Perlman, el actor que entre otros papeles interpreta a Hell Boy.

 

Fue un día inolvidable y agradezco por haberlo vivido y por poder disfrutar de estos pequeños placeres de la vida; cuando pasas por experiencias en las cuales tu cuerpo ya no hace lo que debería de hacer o cuando eres testigo de que un ser querido ya no se puede mover, valoras éstas experiencias mucho más, puedo decir orgullosa que gracias a los cuidados que he tenido conmigo misma éstos últimos meses pude estar todo el día caminando y disfrutando y ahora les escribo sin ningún dolor en mi cuerpo y eso ya es mucho decir y mucho por lo cual agradecer.

 

Y el día de hoy quise contarles mi experiencia en mi primera presentación de canto, la cual me encantó ja ja, se hizo un juego de palabras sin querer, nunca antes había experimentado tal cantidad de adrenalina provocada por los nervios y por  primera vez el control se me fue de las manos por un momento y lo retomé, fue una labor muy complicada de hacer porque todo te traiciona en ese momento, lo peor sería que por los nervios no pudiera cantar, pero no llegué a tal grado, aunque sí lo temía.

 

El mensaje que le quiero dar mis queridos es que nunca es tarde para realizar sus sueños, yo habría querido hacer esto mucho antes pero lo estoy disfrutando ahora y eso es lo que cuenta, no esperemos tampoco a que las cosas pasen, hagamos que pasen, porque nunca sabemos si algún día no nos podremos mover y lo único que nos quedará son éstos bonitos recuerdos.

 

Preferible tener los recuerdos sea como sea a tener el arrepentimiento de no haberlo hecho.

 

Otro mensaje que podemos tomar de la lectura de hoy es que nada, ni nosotros mismos podremos arruinar un buen momento si no lo permitimos, sí, se me olvidó la canción, pero no por eso me rendí, seguí adelante y me reí de mí misma por un momento, terminé de cantar como lo debía hacer, ya con más experiencia no andaré correteando la melodía pero me queda la satisfacción de que muy a mi manera resolví la situación y llegó a feliz término, además de que fue una experiencia que atesoraré el resto de mi vida, no siempre es nuestra primera vez haciendo algo, puede haber veces mejores, pero la primera tiene esa magia tan especial e inolvidable.

 

Así que lo que queda de este dominguito vamos a preguntarnos qué nos gustaría hacer y a programar una fecha para hacerlo, yo durante mucho tiempo puse a muchas personas y situaciones antes que a mí y no me arrepiento y ahora estoy disfrutando mi vida como nunca antes y soy muy feliz con mi vida como es ahora.

 

Espero que este fin de semana largo puedan disfrutar plenamente ese descanso tan merecido y que encuentren ese algo que todavía tienen pendiente por hacer y que llenaría su vida de hermosos recuerdos y felicidad.

 

Una vez más y nunca me cansaré de agradecerles por su constancia en este su blog y los espero la semana que viene con otra historia interesante.

 

Sean felices, pues para eso estamos aquí.

 

Con amor,

Marcia

19 de marzo de 2023

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