Y nos llegó junio con la mitad del año mis queridos, no cabe duda que el tiempo se nos va volando, felicidades a los papis.
Besos a todos
Soy una mujer sola, no, mejor dicho
soy una persona sola, pero no sola
no tengo una pareja pero
hay muchos a mi alrededor acompañándome.
Me considero sola por convicción
y no por azahar
ya sabes, no porque lo dicta el destino,
sino porque así lo decidí.
Un día decidí ya no esperar
a que otros hicieran lo que puedo hacer por mi
decidí mirar dentro mío
y empezar a conocer y apreciar mi verdadero ser.
Sentirme desafortunada o bendecida
por mis propios actos solamente
aceptar mis consecuencias, sin esperar nada
y decidir el rumbo de mi propio camino.
Un día cualquiera, me sentí libre y valiente
para empezar a volar por mis propios medios
corregir mis defectos, por mi y por los que quiero
que contra viento y marea se quedaron a mi lado.
Toda mi vida busqué la media naranja
hasta que un día descubrí que nací completa
y que con lo que tengo se puede ser feliz
un día pude por fin apreciar lo mucho que ya tengo.
Sé que los que están conmigo, lo hacen por convicción
ya no lo dudo, porque también sé
que tengo mucho que ofrecer
para quien lo quiera tomar.
Aprecio mucho a los que me acompañan en mi camino
a los que quisieron conocer a la verdadera yo
soy una persona sola, pero no sola
gracias al inmenso amor que siento a mi alrededor.
Marcia
23 de julio de 2023
Buenos días queridos lectoras y lectores adorados, en este dominguito fresco y tranquilo después de una noche en la que por más que quise dormir no se podía, estoy aquí compartiendo con ustedes mis pensamientos de la semana.
He de comentarles que desde que era pequeña tuve en mi mente aquella imagen de la familia feliz, había una pequeña canción que ya no sé si se cante actualmente o si sólo los que ya estamos en nuestros cuarentas o cincuentas la conocemos y dice así: “papá, mamá, hermano y hermanito se fueron a pasear”.
Me da risa la canción porque en una estrofa muy pequeña define lo que para mí siempre fue la familia perfecta, cosa curiosa, porque cuando cumplí cinco años dejamos de vivir con mi papá y durante toda mi vida senti su ausencia a pesar de que él trataba de estar presente, ya sabes, ese sentimiento de que el poco tiempo en que estás con papá desafortunadamente él tiene que hacer algo importante o tal vez, ¿algo más importante, diría yo?.
Sólo mi papá podría contestar eso y ya no está con nosotros, sin embargo ese sentimiento de abandono por algo o alguien más importante para la otra persona perduró hasta el día de hoy; y es que no es fácil no sentirse desplazado por quién sabe qué o quién sabe quién, sobre todo cuando la persona que nos desplaza decide no dar más información al respecto y entonces nuestra mente empieza a trabajar con una velocidad impresionante creando pensamientos negativos y hundiendo nuestra autoestima en el lodo y como consecuencia llevándose la poca o mucha alegría que podamos tener, el sentimiento de abandono arrasa con todo lo que a duras penas construimos para fincar nuestra felicidad.
Bueno sí, pero no, estoy de acuerdo en que el sentimiento de abandono existe, está ahí todavía a pesar de los años que han pasado, a pesar de reconocer que ya está uno grandecito para que le afecten ciertas cosas, creo que el paso uno es precisamente eso: aceptar lo que nos afecta y mirarlo de frente, en su justa dimensión y mágicamente pasamos de verlo como la sombra que arrasa todo lo bueno a verlo como lo que simplemente es, un sentimiento de incomodidad que se genera dentro de mi causado porque las cosas no salieron tan maravillosas como yo hubiera querido y sobre todo causadas porque una vez más la realidad me dice que no soy el ombligo del mundo ni de la vida de los demás.
Y hablando de ombligos, cada quien tiene el suyo propio, entonces decidí mirar dentro mío y prepararme para una de las noches más divertidas de mi vida en compañía de quien quisiera compartirla y ¿saben? Me sentí sumamente feliz con el resultado, por haber decidido disfrutar sin importar qué y en este caso sin importar quién, y entonces los pensamientos positivos se sucedieron unos tras de otros con facilidad y empecé a recordar muchos momentos de mi nueva vida, ésa que construí al lado de quienes me aprecian así como soy, al lado de quienes sí quieren pasar tiempo conmigo, empecé a agradecer por esas muchas personas que se embarcaron en la aventura de conocerme y que aprecian mis virtudes y perdonan mis defectos.
Me di cuenta de que muchas veces en mi vida me enfoqué en ese punto negro del que les he hablado en ocasiones anteriores sin apreciar el gran espacio en blanco, lleno de oportunidades, que estaba alrededor del punto negro, ese punto fue mi guía durante mucho tiempo y continuamente luché contra él sin darme cuenta de que lo único que tenía que hacer era mover mi percepción hacia la hoja en blanco y simplemente dejar pasar el punto negro, cual exterior que vemos en la ventana desde un vehículo en movimiento.
En fin, que durante la semana aprendí a apreciar las muchas bondades que tengo en mi vida, me gusta lo que empecé a construir hace ya varios años y valoro a las personas que me acompañan en este tren llamado vida, también aprendí que las cosas no siempre salen como queremos pero eso no significa que nos vamos a quedar encasillados en ese suceso que no resultó, tenemos mucho a nuestro alrededor por lo que luchar y por lo que agradecer.
El hecho de no haber recibido mensajes de whats app desde ayer por la mañana me hizo dudar de que tal vez se descompuso la aplicación y apreciar esos mensajes de todos los días que mandan esas personas que todos los días se interesan por mi y mi bienestar, ahora siento que formo parte de una comunidad de personas afines a mi y eso me hace muy feliz.
Eso es todo por hoy mis queridos lectores, les agradezco su asistencia de cada semana y espero que su domingo sea sumamente descansado y su semana súper productiva y llena de logros.
Los espero la semana que viene con otra historia interesante.
Con amor
Marcia
23 de julio de 2023
Pensando sobre la persistencia humana
es admirable lo insistentes que podemos ser
cuando sabemos que algo vale la pena
cuando tenemos una meta en mente.
Podremos estar cansados y descansar
pero no rendirnos, no claudicar
en el camino a hacer realidad nuestros deseos
con paciencia, esperar el tiempo necesario.
De repente nos vemos en situaciones
que pensamos que se resolverían pronto
y con sorpresa nos damos cuenta
de que el tiempo se fue y pasaron años.
Increíblemente algo que la lógica dictaría
que duraría a lo mucho unos meses
se prolonga y se prolonga, una y otra vez
deteniendo los proyectos a su alrededor.
Sorprendente que para algunas personas
la rapidez sea privilegio de unos cuantos
y los demás mortales, tenemos que ser pacientes
porque no tenemos ni pizca de poder, ni conexiones.
Pues ¿qué le vamos a hacer?
entregar todo lo que nos piden
por irracional que parezca
y esperar, esperar, ¡ESPERAR!
Pero ¿saben qué?
a todo proceso le llega su término
para toda espera hay una conclusión
y al final tendremos la recompensa
de por la paciencia habernos dejado llevar.
Marcia
16 de julio de 2023
Buenas tardes mis queridos lectores y lectoras de cada dominguito, les saludo desde mi rincón favorito para escribir aunque nos de el sol y de repente haya que subir el brillo de la tablet para poder ver lo que escribo, ja ja, pero aquí estamos cómodos y eso es lo importante.
El poema de hoy se genera de una historia que tuve con la delegación, bueno, alcaldía ahora, y es que es sorprendente la cantidad de reglamentos que tenemos para todo y las lagunas que todavía existen en la ley.
Ya les había comentado en ocasiones anteriores que el techo de mi cuarto se hizo en la ilegalidad, ya que yo desconocía que supuestamente debía pedir un permiso para poner un techo a un espacio que la constructora me vendió como alcoba pero que en realidad era un patio.
Para no hacerles el cuento largo, sucede que si tienes un departamento aunque tengas un espacio para una alcoba, por el sólo hecho de vivir en condominio no hay una ley que te permita hacer un techo en ese espacio y no es porque la estructura no vaya a aguantar, sino porque no se “supone” que les hagamos ese tipo de modificaciones a los departamentos en condominio.
Después de intentar regularizarme, cosa que me pidieron hasta año y medio después de que me pusieran los sellos de suspensión en mi obra, por cierto; entregué todos los documentos pertinentes para demostrar que dicha regularización no era posible y amablemente pedir mi multa por haber infringido la ley.
Y es real, me levantaron un acta como si de un delito se tratara, con toda la formalidad que requiere el proceso, para la alcaldía es una infracción a la ley y punto y bueno, uno que más quisiera que hacer las cosas de acuerdo con la ley pero cuando no hay ley para éstos casos yo tenía dos opciones:
La primera era hacer otro techo menos fuerte, posiblemente de madera con vidrio templado habría sido la mejor opción, pero eso incrementaba el costo y como está a la intemperie la madera no tiene la misma durabilidad que un techo de loza con vitro block.
La segunda opción era hacer mi techo como yo lo quería y pagar la multa correspondiente por haber actuado al margen de la ley.
Siendo honesta sí me senti como delincuente el día que vinieron a hacer la visita de verificación y ya traían los sellos de suspensión, lo que más me inquietó fue que no sabía lo que estaba pasando, ésta parte de los sellos por ruda que parezca es simplemente parte del procedimiento administrativo que debe seguirse al pie de la letra, en ese momento yo no lo sabía y estaba sumamente asustada.
Ese día empezó el proceso como tal y tuve que ir a la delegación para dejar “las pruebas” que tenía a mi favor ¡si! Se los juro, literalmente comparecí dejé un escrito que decía que estaba en la disposición de hacer las cosas conforme a la ley y explicando mi desconocimiento del tema, en ese tiempo un abogado me estaba asesorando, ya después continué el proceso yo sola, total que la última visita de verificación la hicieron en septiembre del 2021 y me dijeron que me darían respuesta en diez días, estuve yendo por la respuesta a la delegación durante los años siguientes, ja ja, años; hasta que en marzo del 2023 me dicen que me tengo que regularizar, total que para mayo ya me había “regularizado” lo más que pude y por fin el viernes pasado que fue el 14 de julio por fin vinieron con los sellos de clausura y a darme mi sentencia, en la cual ya viene la multa a pagar.
Es la primera vez que el hecho de que me multen me hace taaaaaan feliz, será por el hecho de haber esperado tanto para que esto finalmente pasara, sí, seguramente.
¿Qué aprendizaje me deja ésta experiencia? Hay un mundo allá afuera de leyes y reglamentos los cuales desconocemos y que debemos de tomar en cuenta si no queremos trámites eternos y complicaciones.
Diez días pueden durar eso, diez días o un año diez meses, depende de qué tanta información tengamos sobre el tema y de lo buena o mala que sea la comunicación.
Sin importar que fue un vecino el que originó todo esto con su queja en la delegación, bueeeno, alcaldía, los servidores públicos no nos tienen mala voluntad ni retrasan los procesos nada más porque sí, digo, no soy tan importante como para que un servidor público se preste a retrasar “mi” trámite por hacerme un daño, es simplemente que esos procesos son tardados, no me explico porqué, pero así es y el hecho de ser amable y empático créanme que suaviza mucho las cosas, en esos momentos hubiera podido hacer berrinche, gritarles, decirles malas palabras, pero nada de eso habría ayudado, decidí optar por la actitud amable, aunque había ocasiones en que realmente me costaba ser amable con personas a las que tu problema no les importa y peor aún, así lo expresan o con personas que te consideran culpable por estar haciendo ese tipo de trámites.
La amabilidad, mis queridos, no la ejercí por ellos, la ejercí por mi, cuidando mi salud mental y por supuesto entendiendo que éstas personas sólo están haciendo su trabajo y que si en algún momento yo percibí algún mal trato por parte de ellos, pudo haber sido porque tuvieron un mal día o tal vez porque simplemente así son, pero no porque tengan algo personal en mi contra, eso fue lo que marcó la diferencia.
Mis joyas de aprendizaje fueron la persistencia y la paciencia, no hay período que no llegue a su fin, por largo que sea, todavía no se termina esto pero al menos ya voy en uno de los últimos pasos, ¡qué largo! Pero valió la pena.
¿Y cuántas veces no tenemos proyectos que duran así de tiempo? Relaciones afectivas, metas, sueños, tan largos de lograr que se nos hace una eternidad, no nos rindamos, ejerzamos la paciencia, un buen seguimiento puntual y la persistencia, descansemos, sí, pero no nos rindamos, tarde o temprano la conclusión ha de llegar, de repente lo que mejor nos sabe es lo que más nos costó trabajo.
Eso es todo por hoy mis queridos lectoras y lectores, les agradezco infinitamente por seguir haciendo este sueño realidad con su constancia de cada semana, ya vamos a cumplir tres añitos de éste sueño en agosto y eso es gracias a todos ustedes, recuerden que se pueden pasear en el menú del blog para ver poemas y reflexiones de años anteriores.
Los espero la semana que viene con otra historia que nos haga sentir y pensar.
Sean felices y disfruten su dominguito de relajación.
Con amor
Marcia
16 de julio de2023
Podría pensar que lo nuestro
fue un malintencionado engaño tuyo
pero eso sería suponer que no valgo nada
y no tuve nada que ofrecerte.
Puedo simplemente pensar
que simplemente se acabó
y que así como te pienso
de repente piensas en mí.
Puedo pensar que dejé algo en ti
bueno o malo, que te hace recordarme
tal vez con amor, tal vez con desdén
lo importante es no pasar desapercibido.
Podría maldecir mi suerte
y decir con tristeza “no sirvo para esto”
o buscar en mi interior
y resaltar y disfrutar de mis aciertos.
Podría compararme con otros
y anhelar lo que ellos tienen
o abrir bien mis ojos
y agradecer lo mucho que tengo.
Podría, sí podría, tirarme a la depresión
por los momentos difíciles
que estamos viviendo ahora
pero decido no hacerlo y ver al reto de frente.
Podría maximizar mis errores
y culparme al máximo por ellos
o proponerme aprender de ellos
y ser mejor persona que ayer.
Tengo la libertad de tirarme al piso y renegar
o de disfrutar mi vida al máximo
al fin y al cabo es mi regalo
y hago lo que quiera con ella.
Marcia
9 de julio 2023
Buenas tardes mis queridos y queridas, les escribo desde mi rincón preferido para escribir en esta tardecita tranquila y lluviosita de domingo.
Por fin después de la efervescencia de la competencia y la premiación del maratón y la semana de trabajo, tengo un tan ganado rato de calma el cual estoy disfrutando plenamente haciendo mis actividades favoritas sin prisa.
Si se preguntaban cómo quedamos en el relevo que motivó el tema del domingo pasado quedamos en cuarto lugar, lo importante es que dimos nuestro máximo y la pasamos muy bien y que la sucursal en la que estoy no pasó desapercibida porque varios ganaron medallas.
El viernes por la noche celebramos la premiación del maratón de 10 sesiones de media hora de nado con aletas, en el cual nadé trece kilómetros con doscientos metros quedando en cuarto lugar de mi categoría, fue un acto muy emotivo porque apreciamos el esfuerzo de todos, los que tienen experiencia y los que nadábamos por primera vez por igual, a todo mundo se le dio reconocimiento y considerando lo duro de la prueba es realmente muy satisfactorio que no sólo los primeros tres lugares reciban el reconocimiento que se merecen.
Más allá de ganar una posición, lo importante para mí es que es la primera vez en mi vida que estuve en una competencia como ésta y no sé a ustedes, pero a mi me encantan las primeras veces, soy una firme creyente de que independientemente de la edad que tengamos, somos libres de experimentar nuevas cosas, nosotros mismos nos ponemos los límites en nuestra vida.
Ahora que mis hijos ya crecieron estoy disfrutando muchas cosas que antes no hacía con una independencia que antes no tenía por estar comprometida con ellos, estoy en una etapa en la cual hago muchas cosas que me gustan y agradezco por ello.
Y bueno, vamos al tema del día de hoy, la auto compasión
¿Qué es la auto compasión? Primero separemos el concepto “auto” es un sentimiento que tenemos hacia nosotros mismos, ahora compasión: sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.
De acuerdo con la definición reconocemos que estamos padeciendo por algún motivo, ése sería el primer componente, algo nos hace sufrir, segundo, nos impulsa a aliviar el dolor, hasta ahí vamos bien.
¿Pero qué pasa cuando la auto compasión no tiene fin?
¿Cuándo todo me hace sufrir? Y no encuentro en mi vida una diferencia entre lo que disfruto y lo que sufro, todo lo veo como un continuo sufrimiento y me compadezco de mí mismo o misma una y otra vez, siguiendo un ciclo sin fin y aprendiendo a sufrir hasta los momentos que deberían causarme gozo.
¿Qué pasa cuando me olvido de vivir y sólo tengo lugar para el sufrimiento? Quiero desesperadamente que los demás se compadezcan de mí así como yo lo hago conmigo mismo, me creo merecedor de esa compasión, de que alguien me comprenda, pero muchas veces los demás no están en la misma sintonía que nosotros y se sucede un ciclo sin fin de malos entendidos en el que cada vez me siento más perdido y más solo.
Y así se nos puede pasar una vida viviendo en un círculo vicioso de autocompasión, buscando que toda persona trate de comprenderme y de consolarme, siendo continuamente “curado” de mi interminable depresión, y cuando me doy cuenta los demás ya vivieron su vida, ya decidieron, ya se aventuraron, se equivocaron y aprendieron de sus errores y la vida pasó y pasó para todos, incluyéndome a mí y mi continuo “dolor”.
Y esperemos que no llegue aquel día en el que sin estarlo realmente nos sintamos solos, aislados de los demás y amargados porque los demás en su infinito egoísmo prefirieron seguir con sus vidas que compadecerse una y otra vez de mi.
Quiera el universo que un día pueda abrir los ojos y darme cuenta de lo hermoso de la vida a mi alrededor cuando todavía esté a tiempo y a los que ya están disfrutando felizmente de éste regalo diario que es nuestra vida les felicito, porque para eso vinimos, para ser felices.
Eso es todo por hoy mis queridos, espero que disfruten su dominguito ya sea solos o en compañía de sus seres queridos, les agradezco mil por visitarme en éste su blog como cada semana y los espero la semana que viene con otra historia interesante.
Con amor
Marcia
9 de julio 2023
A mis 52 años ando en estos menesteres
nunca me lo imaginé así
veía con admiración a mi mamá a sus 40
enfrentarse a contendientes veinte años menores.
Y pensaba: mamá es una gran guerrera
que ha nadado desde niña, en ríos, presas, en el mar
ella puede con esto y más
pero nunca le pregunté si ella también tenía miedo.
Infinidad de pensamientos rondan mi mente ahora
acabo de terminar un maratón hace dos días
no estoy acostumbrada a nadar los domingos ni a esa hora
y ahora va a ser sin aletas, miedooooooo.
¿Qué tal si me canso rápido?
¿Qué tal si llego al último?
¿Y si se acelera mi corazón como caballo loco?
¿Y si no aguanto la respiración?
Y luego viene el pensamiento contrario:
la natación del jueves me va a servir de entrenamiento
ayer descansé todo lo que pude para nadar hoy
sólo son trescientos metros, ¡tú puedes!
Esta es una lucha de conciencias, de concentración
de querer que tu cuerpo y tú estén sincronizados
de pensar ¿Cómo voy a nadar? Como dice el maestro,
decidir si voy rápido al principio o con ritmo todo el camino.
Es una preparación mental también
contra mis nervios, contra mí misma
contra mis miedos, muchas veces infundados
y me imagino a los demás competidores.
Por muy bueno que seas, siempre habrá alguien mejor
lo mejor es superar mi propio tiempo
y mejor aún si es mi primer tiempo
todos nos esforzamos, todos sentimos miedo.
De la incertidumbre, del no saber qué pasará
y luego pienso ¿Qué es lo peor que puede pasar?
¿que llegue al último? Alguien tiene que hacerlo
lo importante es superar éste miedo primero.
Y después dar mi mayor esfuerzo
dar todo el apoyo y motivación a mi equipo
y juntas dar lo mejor de nosotras
tal vez no seamos las más rápidas, las mejores.
Lo importante es superarnos a nosotros mismos
dejar atrás el deseo de seguridad, comodidad
y atrevernos a ir por algo más
que después valdrá mucho más que lo que el miedo que siento ahora.
Marcia
2 de julio 2023
Buenos días mis queridas y queridos lectores, les saludo desde mi rincón favorito para escribir en éste dominguito fresco después de las lluvias que tuvimos por la noche y madrugada.
Como ya les había contado anteriormente, estuve en un maratón en el que había que nadar media hora todo lo que se pudiera con aletas, en promedio estuve nadando un kilómetro trescientos metros en cada sesión, la historia es muy graciosa porque el maestro me sugirió inscribirme en ésta competencia afirmando que ya estaba lista y que la iba a aguantar muy bien, al momento de estar en la caja pagando mi inscripción pensaba: - una sesión de media hora con aletas no es nada, no sé ni porqué le llaman maratón – sin embargo al ver la cédula de inscripción la cual medio podía leer porque nunca llevo mis lentes al gym, me doy cuenta de que no era una sesión sino diez sesiones y en cada una de ellas tenía que nadar media hora con aletas y tenía un límite de tiempo de un mes para terminar el maratón.
Siendo bien honesta fue la pena ante la señorita de la caja lo que me hizo firmar sin dudar y terminar de pagar y después vino el miedo, ¿cómo voy a poder nadar media hora durante diez sesiones si con trabajos completé 8 sesiones de veinte minutos en bicicleta? Acabo de terminar el correcaminos de la bicicleta el jueves y el martes será mi primera sesión del maratón, ¡ohhhhhhh! ¡tengo miedooooo! Y el miedo ahora me va a durar un mes, hasta que tenga la tranquilidad de terminar con la última sesión.
Llevaba dos sesiones entre azul y buenas noches, dada mi inexperiencia en éstos menesteres de repente iba muy rápido presionada por mis compañeras que tienen más tiempo y más rapidez que yo, luego me faltaba la respiración y se me hacía eteeeeerna la media hora, sobre todo los primeros quince minutos, total que a jalones y estirones ahí la llevaba cuando sucede lo peor que podía esperarse: ¡me enfermé de gripa! Y tuve que faltar a una sesión, eso ocasionaba que una de las semanas tuviera que nadar tres sesiones en lugar de dos para ponerme al corriente.
Empecé a tomarlo con filosofía, no podía evitar cada martes y jueves sentir ese cosquilleo nervioso en el estómago pero me mentalizaba: ya llevo una sesión más y estoy alcanzando la meta, me decía a mí misma: olvida la gripa y ten calma, olvida a las demás compañeras, eres sólo tú y la alberca, respira lento y confía, todo va a salir bien.
Y así empezaron a sucederse las sesiones y empezaron a pasar los días, la peor fue la octava, que fue donde me puse al corriente, decidí completarla un viernes que estuve de vacaciones una hora después de lo que acostumbraba, grave error, el jueves es día de cine y un día antes llegamos tarde a casa y me desvelé, a pesar de que en la mañana me sentía súper motivada, el cansancio me cayó de peso justo cuando estaba nadando, y es que el organismo es así, está acostumbrado a ciertas rutinas y de repente no acepta de buena gana que le pidas de más, luego lo peor: como estoy acostumbrada a terminar de desayunar a las 8:30 y decidí nadar una hora después por estar de vacaciones, o sea a las 8:30 justamente, ya se imaginarán que estaba en las primeras vueltas de la competencia cuando me da hambre y la consecuente sensación de debilidad de un organismo que pedía de comer a gritos.
Y fue entonces que tuve que idear un plan b de emergencia, tenía dos opciones, detenerme, ir mucho más lento de crawl o nadar de dorso, opté por la tercera y nadé de dorso lo más rápido que pude, sabía que nado mucho menos rápido de dorso que de crawl y que eso me iba a restar en mi distancia total, pero lo importante era superar éste momento y ya las sesiones 9 y 10 se iban a dar de bajadita, pensaba yo, no tenía la certeza de poder voltearme para poder nadar de crawl de nuevo pero no quedaba otra opción, total que cuando faltaban más o menos ocho minutos para terminar la media hora vi la oportunidad de voltearme y terminar de crawl y ¡lo hice! Ese día nadé un kilómetro con doscientos cincuenta metros, fue menos de lo que nadaba usualmente, ¡ah! Pero cómo me costó trabajo.
Mi mejor sesión fue la novena, creo que el martes es el mejor día para todo, ya traía el descanso del fin de semana y venía con la mentalidad de nadar a mi ritmo sin presionarme, al fin ya nada más faltaban dos sesiones, ese día nadé un poco menos, mil trescientos metros, pero todo el tiempo me sentí en control, segura y con fuerza, en esa sesión descubrí mi ritmo perfecto y ese día hice quinientos metros de afloje, fue la primera vez en mi vida que nadé mil ochocientos metros en una hora, la clave estuvo en no pedir más a mi misma, entender mis posibilidades y ser una con mi organismo, esa máquina tan noble que nos lleva nos trae, que soporta enfermedades a veces con los mínimos cuidados y que de repente se revela y se enferma para que le hagamos caso.
En fin que esto de la natación y de las competencias, presentaciones de canto y demás me ha traído muchas enseñanzas de vida: se uno con tu cuerpo, entiende tus límites con cariño, échate porras, da tu máximo esfuerzo, concéntrate y disfruta cada momento, ya que todo el esfuerzo y los nervios valen la pena con tal de disfrutar esos escasos momentos de premiación y de triunfo.
Tal vez no podamos dominar el stress, pero sí vivir con él, entenderlo y pasar a través de él, los nervios no se pueden evitar, lo importante es cómo logremos superarlos y seguir adelante, implacables hacia nuestra siguiente meta, como el rinoceronte al que nada lo detiene.
En fin, deséenme suerte en mi competencia de relevos de hoy.
Eso es todo por hoy mis queridas y queridos, espero que su domingo esté lleno de descanso y relajación y que identifiquen los momentos en su vida que son cómodos en exceso para retar a esa comodidad y superarnos a nosotros mismos.
Los espero la semana que viene con otra historia interesante.
Con amor
Marcia
2 de julio de 2023
Sé que no te gustan las mismas cosas que a mí
respeto eso
porque eres mi mejor amiga, la que siempre me escucha
y sé que estarás siempre ahí para mí.
Sé que ves la vida de modo diferente
¿Y quién no?
si cada cabeza es un mundo
y no todo debe tener la misma forma.
La vida nos hizo diferentes, no importa la razón
lo que importa es el interior
y nuestro valor como personas
independientemente de nuestras ideas.
El hecho de seguir ciertas reglas
no nos hace mejores ni peores personas
son nuestras acciones,
las que determinan nuestro valor.
Puedo sólo imaginar el no estar a gusto con mi cuerpo,
pero no comprenderlo,
porque no lo he vivido,
puedo sólo tratar de entenderte, aunque no lo logre.
Lo que sí puedo hacer y mucho
es abrazar tu persona, quererte,
admirar la belleza de tu ser
aunque seamos diferentes.
Lo que sí puedo hacer es estar aquí para ti
demostrarte el aprecio que te tengo
y lo mucho que valoro tu amistad
lo que menos importa son nuestras diferencias.
Si todos ejercemos el respeto, la tolerancia
nuestro bello mundo será diferente
apreciaremos el interior de las personas
más allá de las diferencias, que nos alejan más y más.
Marcia
25 de junio 2023
Buenas tardes mis queridas y queridos lectoras y lectores, en ésta tardecita agradable de domingo les escribo desde mi rincón favorito para escribir.
El día de hoy hablaré de un tema que nos involucra a todos como sociedad y es el aceptar a las personas que son diferentes a nosotros, más allá de aceptarlas, darnos a la tarea de documentarnos para conocer su vivir, sus retos y también darnos la oportunidad de conocer su persona, independientemente de las diferencias que puedan surgir entre nosotros, independientemente de lo que nos pueda decir la religión o las normas sociales, que en un principio se crearon para una mejor convivencia, pero somos tan diversos como las situaciones que vivimos y las reglas no siempre aplican para todos.
El hecho de amarse entre hombre y mujer no quiere decir que vamos a tener una relación perfecta, tan sólo por el hecho de “jugar de acuerdo con las reglas”, el amor es el amor, independientemente de quién venga y hacia quien vaya dirigido, las personas no deberían estar orgullosas o apenadas de sus preferencias sexuales, eso no debería de ser un tabú, porque el hecho de que nos guste quien nos guste no nos hace menos personas, menos maravillosos o más maravillosos que los demás.
Todos somos iguales y a la vez todos somos diferentes y es ahí donde radica nuestra belleza, en nuestros exteriores, nuestras ideas, nuestras costumbres diferentes.
Imaginemos un mundo donde todos fuéramos iguales, donde todos pensáramos lo mismo, donde todos siguiéramos el mismo camino, un mundo sin libertad, sin individualidad, todos tenemos derecho a ser libres y aceptarnos como somos, siempre que respetemos las ideas de los demás y eso viene en ambos sentidos; cuántas veces hemos visto violencia hacia las personas que son diferentes, que piensan diferente, muchas veces visionarios o seres muy valiosos que han tenido que renunciar al derecho de mostrarse al mundo tal cual son, para encajar.
Un pensamiento muy frecuente es que debemos ser fieles a nosotros mismos, pero esto no siempre es fácil cuando al parecer todos en la sociedad caminan en sentido contrario, cuando está la vida y bienestar de por medio, sin embargo no debería de ser, nadie debería tener que esconderse y nadie debería poner etiquetas a nadie, nadie debería ser cuestionado por sus preferencias sexuales, de religión o costumbres diferentes.
Siendo sincera nunca he ido a una marcha del orgullo o a ninguna marcha, para abreviar, no soy persona a la que le guste estar en la calle con una multitud de personas, sin embargo el hecho de que no vaya a la marcha del orgullo no quiere decir que no esté orgullosa de los que disfrutan de esas actividades y pueden celebrar el hecho de que ya pueden presentarse ante la sociedad tal como son y nadie los va a cuestionar, criticar o enjuiciar, bueno, casi nadie, todavía hay quienes no tienen ese respeto por las personas que son “diferentes” porque si lo analizamos a fondo, todos somos diferentes y todos somos personas y el hecho de que cuestionarnos nuestras preferencias sexuales y enjuiciarnos por ello es lo que hacemos mal como sociedad, todo mundo tiene derecho a su individualidad, a su libertad, a su privacidad, son derechos con los que nacimos y nadie nos los puede quitar, es ahí donde debemos trabajar como sociedad, en el respeto hacia los demás y como ya lo he mencionado antes, éste respeto y tolerancia funciona siempre en ambos sentidos.
Eso es todo mis queridas y queridos, espero que su fin de semana esté lleno de entendimiento de ustedes hacia los demás y viceversa, que podamos identificar el punto exacto donde estamos siendo intolerantes y tengamos la firme intención de erradicarlo en pos de una convivencia social más sana y mejor; nos merecemos un lugar mejor para vivir en armonía, así que trabajemos juntos para ello.
Descansen mucho en éste domingo y tengan una semana súper productiva y feliz, ya sea solos o con sus seres queridos y ya saben que los espero en ésta su casa la semana que viene con otra historia que nos haga pensar y sentir y les agradezco mil el hacer éste sueño realidad cada semana.
Con amor
Marcia
25 de junio 2023