Estaba la cabeza orgullosa, como siempre
mirando desde lo alto al horizonte
cuando de pronto en su entorno
mira a los pies descalzos y sucios.
Y les dice: ¿por qué siempre tienen
que estar tan denigrados y en la suciedad?
aprendan a mi, yo siempre tengo grandes ideas
y mis pensamientos suben hasta las nubes.
Los pies, que no se daban cuenta de su suciedad,
miraron hacia arriba y viendo a la altiva cabeza contestaron:
nuestro deber está en el suelo
como el tuyo en el cielo y no le vemos nada de malo.
No por el hecho de que nuestro trabajo
se desarrolle en un entorno humilde y sucio
tienes derecho a despreciarnos
es más, somos igual de importantes que tú
La cabeza riendo gritó: ¿igual que yo? Ja ja, ¡jamás!
yo paso el tiempo creando grandes ideas
resolviendo problemas complejos
hago mejor la vida de todos.
¿Y ustedes? Simplemente se pasean de un lado a otro
llenos de microbios todo el tiempo
y al final del día se quejan con dolor
de su supuesta ardua labor.
Sin mi ninguno de ustedes podría reaccionar,
pues yo albergo al cerebro,
que es el órgano más importante del cuerpo
ustedes no son más que simples peones sin importancia.
Los pies, desconsolados, se quedaron sin decir nada
estaban muy tristes y heridos
por lo que la cruel cabeza les decía
y decidieron ponerse en huelga.
Al otro día, la cabeza tenía un sinfín de planes
me prepararé para hacer ejercicio, dijo
pero por más que ordenaba, la cama no podía dejar
confundida, mandó la orden una y otra vez.
Pasaron las horas y la confusión
se convirtió en molestia y la molestia
en sincera preocupación
los pies silenciosos no se movían para nada.
La cabeza, gritó, exigió y al final lloró,
y fue entonces cuando los pies
de ella se compadecieron
y decidieron expresar su molestia.
No nos gusta que nos maltrates,
nuestro trabajo es humilde pero importante
te llevamos a todos lados y te ayudamos
a que tus ideas se hagan realidad.
Nunca nos quejamos de cargar todo el día
el peso de todo el cuerpo de un lado a otro
ni de que a veces nos haces caminar de más
no te preocupa si estamos cómodos o no.
Nos haces caminar con un calzado que nos molesta
durante todo el día,
según tú para estar a la moda
cuando lo que queremos es hacer cómodos nuestra labor.
Queremos una disculpa y no nos vamos a mover
hasta tenerla, no se hable más,
la cabeza confundida no sabía qué hacer
sabía que los pies tenían razón.
Así que con tristeza dijo, siento mucho haberlos maltratado
y las ideas denigrantes que tenía sobre ustedes
ahora entiendo que son importantes
tanto que, no puedo hacer nada sin su ayuda.
Por favor, acepten mis sinceras disculpas
y les prometo que encontraré
los zapatos más cómodos
para facilitarles su ardua labor.
La cabeza aprendió una gran lección
y los pies ganaron al exigir sus derechos
ahora todos estaban contentos
disfrutando su labor en el organismo.
Marcia
20 de abril 2025
Bueeeeeeenas tardes mis querides lectores, les saludo desde mi rincón favorito para escribir recién remodelado (no me canso de decirlo je je) en este dominguito fresco y tranquilo de segunda quincena de abril.
He de decirles que el tema de hoy es algo confuso, pues la cabeza siempre nos dicta qué hacer todo el tiempo y a veces sucede que se equivoca en ciertas cosas y tiene que aprender de sus propios errores, de repente sucede que, al igual que la atolondrada cabecita nos creemos en la cima del mundo y como que nada nos puede tocar, taaan importantes, tan seguros e indispensables que no vemos que a nuestro alrededor hay muchas condiciones que se mezclan para crear el ambiente perfecto para nuestro supuesto éxito y que tal vez si alguna de esas condiciones no existiera nuestro momento de gloria sería algo muy diferente.
En fin, que dentro y fuera del cuerpo humano hay trabajos que se ven más humildes que otros y eso no quiere decir que sean menos importantes, a veces la comodidad de unos depende del trabajo feo de otros; en este momento viene a mi mente el señor que me presta el servicio de la plomería, por ejemplo, o el que se lleva la basura, el trabajo de plomero no es muy glamoroso que digamos ah pero cómo nos molesta tener una llave goteando o la taza del baño descompuesta, o llenarnos de basura en la casa porque el camión recolector no ha pasado, ahí es cuando extrañamos a estas bellas personas y reconocemos su importante labor en nuestras vidas.
Es un hecho que todos nacimos para algo, no todos podemos ser gobernantes ni trabajar en cosas importantes ni tampoco todos podemos barrer la calle y ya con eso echar a andar un país, todos necesitamos de todos, sin importar lo simple o humilde que pueda resultar la labor de alguien no la hace menos importante.
A veces nuestro propio pensamiento, nuestro ego y nuestro orgullo se convierten en nuestros peores enemigos y no nos ayudan a ver la importancia de los demás en nuestra vida, así como no vemos la importancia de nuestros pies, por ejemplo, nos llevan de un lado a otro y hacen realidad todo lo que les ordenemos sin quejarse, pero, ¿qué tal cuando de veras se quejan? Imaginemos aquella piedrita en el zapato que nos molesta, nos obliga a detenernos hasta que la logramos sacar, así son los pies cuando algo les molesta, insisten e insisten hasta que logran un cambio.
Tal vez algunas personas deberíamos aprender de nuestros pies, a trabajar sí, pero a quejarnos más, a luchar más por cambiar un ambiente que consideramos no cómodo para nuestra labor, a exigir nuestros derechos de manera consistente y permanente.
¿Cuántas veces hemos aguantado de más por infinidad de razones y cuando nos quejamos nos damos cuenta de que no era tan difícil expresar nuestras opiniones?
¿Cuántos pensamientos dejé de expresar con tal de “encajar”?
¿Cuántas veces me sentí superior y critique el trabajo o la vida de los demás por considerarlos inferiores o menos importantes?
El momento de tener los ojos bien abiertos es ahora, pues en cualquier momento podemos resbalar y equivocarnos, podemos tener una idea equivocada, una acción equivocada y discriminar sin querer o queriendo.
En fin, que el cuento de los pies y la cabeza nos hace reflexionar acerca de esa diversidad que hace a todos los escenarios ricos, ricos en experiencias, en aprendizaje y en entendimiento, el conocer la historia de otros, sin importar su procedencia nos ayuda a apreciar y entender nuestra propia historia.
Eso es todo por hoy mis querides, les agradezco infinito su visita de hoy a esta su casa y deseo para ustedes que en esta semana puedan apreciar lo maravilloso en la labor de todas las creaturas a nuestro alrededor, por pequeñas humildes que se vean.
Les espero la semana que viene con otra historia interesante y sean muy muy felices como unas humildes pero importantes lombrices.
Con amor
Marcia
20 de abril 2025