Pensamientos y sentimientos 

Por: Marcia Fragoso S


¡Ahhh las vacaciones de verano! el fin de cursos

el descanso y hacer lo que amamos.

Vivan al máximo este julio hermoso

Besos

Mi definición de felicidad

Encontré el punto exacto

de mi felicidad

de aquí no me quiero mover

no anhelo nada más.

 

Si algo se presenta

no pienso invertir

por el momento estoy a gusto

con mi nuevo bienestar.

 

Pasé largos años de mi vida

buscando llenar mi vacío con alguien

sin saber que la respuesta

siempre estuvo en mi interior.

 

Nunca me había preguntado

qué era lo que YO quería

y mis esfuerzos se dirigían

a complacer a los demás.

 

Tal vez fue rebeldía,  tal vez coraje

un decir  ¡basta ya!

¡Ahora se hace lo que yo quiero!

al ver que complaciendo a otros no llenaba ese vacío.

 

Tal vez fue por casualidad que encontrara el camino

que me llevó a este estado feliz

quizás la vida misma me llevó

y yo sólo seguí su fluir.

 

Porque no recuerdo haber buscado

esta paz que ahora tengo

lo que sí recuerdo

es que fui directo al huracán.

 

Un vórtice horrendo de emociones

que sabía tenía que atravesar

para por fin del otro lado encontrar

ese algo tan esperado.

 

Lo curioso fue que al principio

pensaba contar con alguien a mi lado

y al final lo encontré  

con muchos a mi alrededor.

 

Decidí ver una vida fuera de cuatro paredes

ir por fin tras de mis sueños

y al cumplirlos uno a uno

vino la felicidad.

 

Marcia

11 de agosto 2024

El miedo y la paz

Bueeeeenas noches mis querides lectores, les saludo desde mi rincón favorito para escribir en esta nochecita de domingo tan fresca con la lluvia que nos acaba de caer.

 

Hace dos semanas estaba desayunando con un amigo del gimnasio y me preguntó cuál era mi teoría del por qué los amigos que conocemos en la secundaria y que aparentan ser tan felices cuando somos jóvenes y bellos, después del paso de los años los volvemos a ver y son unas personas completamente diferentes y parecen estar enojados continuamente con la vida.

 

¿Estamos enojados con la vida o con nosotros mismos?

 

Muchas veces en nuestra juventud y en nuestro camino a la madurez cometemos cantidad de errores guiados por pensamientos como: vive al máximo pues la vida es corta, sí es un hecho que la vida es corta, pero también es un hecho que un pequeño tropezón puede cambiar nuestro destino, por ejemplo: un error en nuestra elección de profesión o en nuestra elección de pareja puede marcar un antes y un después en nuestra vida.

 

A partir de ese tropezón inesperado en nuestra existencia surgen ciertas decisiones que tomamos como respuesta a la situación que tenemos enfrente, cuando somos jóvenes y en gran parte de nuestra vida todo mundo se siente con derecho a opinar o a tratar de aconsejarnos de acuerdo con su propia experiencia de vida que a veces no es lo más adecuado en nuestro caso, luego vienen las consecuencias de esa decisión que sean cuales sean, traen su lado positivo y su lado negativo.

 

Aquí sería cuestión de pensar si los sucesos más importantes de nuestra vida los hemos elegido nosotros mismos o si los ha elegido alguien más, porque cuando alguien más manda en nuestra vida es cuando empieza ese coraje contra todo y contra todos, a veces no sabemos identificar qué es, simplemente no somos felices con lo que tenemos.

 

Y como ya estamos viviendo las consecuencias de nuestras primeras decisiones, cuesta trabajo volver a decidir, pensamos que estando en estado estático las cosas no podrán empeorar, tal vez no mejorarán pero tampoco serán peores.

 

Entonces algo más decide en lugar de nosotros: El miedo.

 

Esa situación estática de más vale malo por conocido nos lleva a un estado de frustración y descontento con la vida que alguna vez elegimos, vienen toda clase de prejuicios contra nosotros mismos dominados en gran medida por el ¿qué pensarán los demás de mi si…?

 

¿Qué pensarán los demás de mi si renuncio a este trabajo donde me va bien pero que odio?

¿Qué dirán mis papás si les digo que quiero cambiar de carrera?

¿Qué pensarán de mi si llego sole a una fiesta porque terminé con una relación que no valía la pena?

¿Qué pensarán mis amigos de la secu si después de todos estos años no tengo una casa propia, una familia propia, una vida propia?

 

Y si dejamos que ese tipo de pensamientos sean los que moldean nuestras decisiones por supuesto que no estaremos contentos con el resultado.

 

Si hiciéramos una encuesta sobre cada decisión que tomamos en nuestra vida nos daríamos cuenta que no podemos darles gusto a todos porque los demás opinarán de acuerdo con su propia experiencia, el verdadero amigue será aquel que nos deje decidir por nosotros mismes y nos apoye en nuestras decisiones aunque tal vez nos equivoquemos.

 

El equivocarse hoy en día está bastante satanizado.

 

No recuerdo en ningún lado haber escuchado o leído que somos perfectos, que lo sabemos todo y que nunca vamos a cometer errores.

 

Si los de la secu ven que estamos tal vez divorciados, tal vez sin casa propia, tal vez con un trabajo modesto pero felices, lo que piensen será lo que menos importe, porque siempre pensarán algo, aunque a ojos de los demás tengamos la vida más exitosa de todas puede que la otra cara de la moneda no sea tan agradable y los demás siempre tratarán de encontrar el negrito en el arroz.

 

¿Se puede tener todo?

 

Todo lo que queremos si se puede tener, aquí la pregunta es ¿qué es lo que queremos?

 

De repente nos dejamos llevar por lo que deberíamos querer y no por lo que realmente queremos.

 

Mi hijo menor cuando era pequeño quería ser cardiólogo porque con eso se gana mucho dinero y ya después eligió estudiar para lo que le gusta hacer en la vida, la música,  por cierto que es curioso que hay muchos doctores a los que les gusta la música e incluso tocan algún instrumento, todo es cuestión de decidir a qué nos queremos dedicar y qué es lo que queremos hacer como un pasatiempo.

 

Lo importante es que no sean ni nuestros papás,  ni el dinero, ni el estatus social, ni nuestra pareja, ni nuestros familiares los que decidan por nosotros y que no tengamos miedo de equivocarnos, mientras más nos equivoquemos más rectificaremos y más fuertes y valerosos seremos frente a la vida.

 

De una o de otra forma hemos de llorar y de pasar malos ratos, la vida está hecha de eso, a veces debemos ir hacia la tormenta sabiendo que vamos a sufrir, si eso es lo que se requiere para obtener lo que queremos que está del otro lado, el triunfo no lo van a definir los demás sino yo misme, de acuerdo con el grado de felicidad que me den las decisiones que he tomado.

 

Espero que esto conteste tu pregunta, nuevo amigo, y que podamos encontrar la paz sin miedo de hacer lo necesario para conseguirla.

 

Eso es todo por hoy mis querides, les agradezco infinito su asistencia a esta su casa de cada semana.

 

¡Ya llevamos cuatro añitos con nuestro blog!

 

Son cuatro años de subidas y bajadas, de pensamientos y sentimientos ininterrumpidos cada semana, cuatro años en los que hemos logrado una pequeña comunidad, una pequeña familia, cuatro años de darnos la mano con nuestros pensamientos, de darnos consejos, de ayudar a los que han estado caídos y tristes, de celebrar las alegrías y de que ustedes me escucharan a mi cuando estuve caída y triste, cuatro años con mis querides lectores, tal vez no seamos una comunidad grande pero somos una comunidad selecta, aquí los temas los podemos sugerir todos y las opiniones las podemos dar todos, hice este blog considerando los mil y un errores que cometí en mi vida y si esa experiencia le pueda hacer más llevadero el camino a alguien para mí es más que suficiente, hice mi blog para estar cerca de ustedes y que ustedes se sientan identificados y motivados con las experiencias que aquí describo, no todas las experiencias son mías,  aquí todos aportamos, así que les doy 208 veces ¡gracias!, son los días que hemos estado reunidos en esta su casa.

 

Espero que tengamos muchas vivencias más y que juntos aprendamos el camino a nuestra propia felicidad para ser muuuuy felices como unas hermosas codornices, lombrices o lo que más les guste.

 

Con mucho amor y agradecimiento

Marcia

11 de agosto 2024

Mi mejor amigue

Mi mejor amigue me abraza cuando estoy triste

me dice siempre lo que necesito escuchar

a su lado paso momentos increíbles

le abrazo siempre, con mucho cariño.

 

Cuando necesito un abrazo está siempre para mi

sin importar que sean altas horas de la noche

me apoya siempre y me alienta a seguir

corrige mis errores con tanto cariño.

 

En fin, que es para mí  una amistad invaluable

juntes nos guiamos y aprendemos a mejorar

no importa si de repente nos aqueja la soledad

porque estamos ahí,  el une para el otre.

 

Antes no éramos tan amigues como ahora

aprendimos con el tiempo a amarnos mutuamente

la verdad valió la pena poder sincerarnos

reconocer la belleza en nuestro interior.

 

En mi soledad, le hablo y me contesta

le pido apoyo y me da su abrazo

en la noche oscura calma mi llanto

desde dentro de mi, me da nuevos bríos.

 

Mi amigue soy yo y siempre lo seré

cuando no hay alguien a mi alrededor

sé las palabras exactas, los pensamientos

que me ayudarán a superar ese trago amargo.

 

Valió la pena aprender a conocerme

porque cuando me necesito siempre estoy ahí

me amo a mi misma y crezco cada día

y conmigo como amigue veo la vida mejor.

Marcia

4 de agosto 2024

Cuando estamos "soles"

Bueeeeenas tardes mis querides lectores les saludo en esta tardecita lluviosa desde mi rincón favorito para escribir después de haber visto el video de cinco horas de triatlón de mujeres y de hombres, que por cierto qué admiración siento hacia esos atletas ejemplares que compitieron en tres disciplinas a la vez, la carrera consiste en 1,500 metros de nado en aguas abiertas, el nado no tan agradable porque fue en el Río Sena y es de todos sabido que apenas hace unos días no estaba en condiciones para nadar ahí,  sólo espero que nadie se enferme por haber nadado ahí (¡Guacala! L), después del nado viene 40 km en bicicleta, en la mañana el piso estaba mojado y hubo varias competidoras que se cayeron cuando  daban las vueltas porque con el adoquín mojado se resbalaba la bici, por último vienen 1,500 metros corriendo, es admirable como después de dos horas de competencia todavía había quien cerraba velozmente para mejorar sus tiempos.

 

Las ganadoras fueron Francia, una sorpresiva Suiza que se coló y se robó la medalla de plata y Reino Unido, país que tiene mucha experiencia en este tipo de competencias, las mexicanas quedaron una en el lugar 17 y la otra en lugar 30 y llegaron enteritas a la meta, señal de su excelente preparación.  

 

En la categoría de los hombres pasó algo muy simpático, normalmente la gente del público que estaba junto a donde pasaban los corredores les estiraban la mano y la mayoría de los competidores iban tan concentrados que los ignoraban, sin embargo el último en llegar, el competidor de Rumania se dio el lujo de chocar la mano con todas las personas del público,  todavía se volteó hacia atrás en la vuelta final para saludarles de lejos y alcanzó a hacer un tiempo de 1 hora con 56 minutos, sólo 13 minutos por arriba del ganador, que hizo un tiempo de 1 hora 43 minutos 33 centésimas,  se veía que realmente disfrutaba el contacto con la gente y disfrutó el llegar a la meta con el apoyo de todos los ahí presentes, memorable simplemente.

 

Me gusta ver los deportes porque de repente ve uno situaciones en las que nuestra humanidad sale a relucir, el coraje, la valentía,  la resistencia, la perseverancia, la fraternidad, en fin que esas son las máximas demostraciones del ser humano, ya que sabemos de sobra que tanto en la vida como en los juegos olímpicos todos llegamos a la misma meta pero no todos tenemos los mismos orígenes ni los mismos recursos y apoyos, hay gente que hace más con menos y es admirable la labor de todos, ya sea que tengan o no tengan apoyo.

 

Pero bueno, basta de hablar de juegos olímpicos que ya parezco Claro Deportes ja ja, y vayamos al tema que nos ocupa el día de hoy.

 

En la vida de repente nos sucede que pasamos por situaciones difíciles en las que necesitamos apoyo, dependiendo del tipo de situación el dolor aumenta o disminuye y el tiempo de recuperación varía.

 

Una situación de duelo tiene generalmente los mismos síntomas que la abstinencia por la falta de generación de dopamina que nos provoca la ausencia.

 

Hay momentos en que estamos acompañados y tal abstinencia no es tan evidente ya que tenemos el cobijo de nuestros seres queridos para hacernos compañía y hacer el trago amargo más llevadero.

 

Pero, ¿Qué pasa cuando estamos solos? En esos momentos se dificulta dormir, no queremos ni comer y es cuando la ansiedad por la “abstinencia” se vuelve más pesada, de repente necesitamos urgentemente a esa amistad querida que nos ayude a salir del hoyo emocional en el que nos encontramos y a veces no es una hora razonable para encontrar esa ayuda.

 

Así que decidí hacer este artículo con el cual podremos guiarnos para ayudarnos a nosotros mismos en estos momentos de necesidad y a sortear ese momento difícil exitosamente:

 

  1. Aprende a hablarte con cariño, evita palabras altisonantes cuando te refieras a ti misme, amate, trátate con cariñito.
  2. Más vale construir que destrozar, toda crítica hacia nuestra amada personita debe de ser expresada con amor y de manera constructiva, sugiriendo una solución realista.
  3. No tenemos la culpa de todo, hay cosas que podemos controlar y hay cosas que no y el hecho de no haber adivinado las malas intenciones de las personas que nos lastiman no nos hace tontes, ni confiades, ni ingenues, ni otros calificativos que nos podemos, reconozcamos el grado de culpa que nos corresponde y actuemos en consecuencia.
  4. Siempre hay que hacer un plan de mejora, porque si no, veremos ese trago amargo en nuestras vidas una y otra vez (o lo que es lo mismo: pare de sufrir).
  5. Evitemos las palabras siempre y nunca, siempre me equivoco, siempre fracaso, etc etc, y si, reconozcamos el fracaso y el error que nos llevó a ese fracaso pero también la posibilidad de triunfo que se vislumbra en el horizonte.
  6. Veamos nubes negras un momento y luego el cielo abierto que hay detrás, se vale abrazar el dolor, enfrentarlo, odiarlo, gritarle, llorarlo, pero no para siempre, no es sano estar llorando eternamente por los rincones, limpiemos nuestras rodillitas después de la caída y a seguir adelante con una sonrisa, si no podemos dejar de llorar hay que pedir ayuda de una persona experta en el tema por medio de terapias psicológicas que nos pueden ayudar a salir del bache en el que estamos.
  7. Abrázate, ¡si¡ literal, cuando son las tres de la mañana y te acuerdas de aquel suceso o persona que te trae tanto dolor abrázate a ti misme, dite cuanto te quieres y repitete que siempre vendrán tiempos mejores y que no estás sole, pues te tienes a ti misme.
  8. Reconoce la grandeza que hay en ti, ten el valor de mirarte al espejo cuando sufres, cuando ríes y en todo momento y en el momento de necesidad mírate al espejo y di todas las cosas hermosas de las que eres capaz y que te gustan de ti, recuerda las cosas que mereces, recuerda que eres una maravillosa persona, con defectos y virtudes, pero más virtudes de las que te imaginas.
  9. Durante el día haz cosas que te hacen feliz: haz una lista de lo que te hace feliz y diariamente haz al menos una de esas cosas, luego dos y ve aumentando conforme pasa el tiempo, te volverás una persona feliz sin importar las tribulaciones de tu vida.
  10. Platica contigo, para llegar a ser expertos en amarnos a nosotros mismes debemos conocernos y qué mejor manera de platicar con nosotros mismes para lograrlo, ¡te sorprenderá el resultado con el tiempo!
  11. Medita: el momento de meditación es un momento muy personal con el cual podemos empezar o terminar nuestro día, en Spotify o YouTube podemos encontrar diferentes tipos de meditaciones, desde las que tienen un propósito definido hasta las que tienen solo música,  date el lujo de escoger la que más se adecue a tu necesidad y dedícate ese tiempo.
  12. Tu cuerpo, tu templo: come bien, trata de dormir bien, piensa positivo, cuida tu tesoro que es tu cuerpo, procura tu salud física, mental y espiritual, tú eres el centro de todo, en ti se origina la felicidad en tu vida.

 

Espero que cuando estén en momento de necesidad puedan llevar a cabo éstos consejos y otros que sean de su elección, nunca estamos soles, ni cuando físicamente lo estamos.

 

Eso es todo por hoy mis querides espero que en su semana disfruten de los juegos olímpicos hasta la ultima competencia y que sean productivos y felices como unas hermosas codornices (la verdad extraño las lombrices).

 

Les espero la semana que viene con otra historia de la que podamos pensar, sentir y aprender.

 

Con amor

Marcia

4 de agosto de 2024

¿Quién va a tirar la primera piedra?

¿Será que yo pueda tener ese privilegio?

de hacer valer mi opinión sobre la de los demás

de enjuiciar a mis hermanes,

¿o simplemente de expresar lo que siento?

 

¿Quién será el verdadere afortunade?

que pueda ser tan sabio para saber

las intenciones de los demás

porque   detrás de los hechos hay una intención.

 

Una intención oculta en el corazón

y lo que hay ahí es lo que define,

nuestro verdadero propósito

lo que nos mueve, muy en el interior.

 

¿Qué es lo que hay dentro de mi?

¿qué tengo para ofrecer a los demás?

¿juicios, estereotipos,  condescendencia

o amor, empatía y comprensión?

 

Sé que estoy libre de pecado ahora

y tal vez podría esa preciada primera piedra lanzar

pero, ¿qué pasará después,

cuando llegue a cometer un error?

 

Soy un ser imperfecto, así nací

y sé que de pronto me puedo equivocar

en mis juicios, en mis acciones,

puedo afectar a otros, tal vez sin querer.

 

Entonces ¿Cómo ser yo? quien enjuicie,

quien divida, discrimine, a los demás

por sus expresiones y por su pensar

a las cuales tal vez movió un profundo respeto.

 

No, no soy yo quien pueda discriminar

puedo opinar, expresar mi pensar, todos podemos

porque de eso está hecha la libertad,

de pensamientos libres de construyen la empatía y  la tolerancia.

 

Puedo reconocer, sí

que todos tenemos derecho a nuestra opinión

puedo respetar, sí

aunque tal vez no esté del todo de acuerdo.

 

De seres diversos y pensamientos mil

de culturas variadas y tradiciones sin fin

se trama el tejido de la comprensión

de la unión,  el amor y de la hermandad.

 

Marcia

28 de julio 2024

Y a propósito de los juegos olímpicos...

Bueeeenos días mis querides lectores, los saludo en este dominguito fresco y prometedor desde mi rincón favorito para escribir con un poco de dolor de espalda, je je, hoy será un día de estar con el streaming y olvidarme del trajín diario, de disfrutar y descansar, que de repente mi organismo de queja del “mal trato” que le doy con el ejercicio y las apuraciones de la semana y precisamente adelanté actividades para poder pasar un día muy descansado sin saber que mi espalda iba a amanecer achacosa hoy, je je, es el único cuerpo que tengo y lo quiero mucho, así que hay que aguantar los achaques y consentirlo.

 

Pasando a otra cosa, el día de ayer vi desde YouTube la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos de Paris 2024, en la cual ellos representan un sinfín de ideas, sentimientos, historia, cultura y pensamientos de Francia a través del tiempo y la Francia de hoy y cómo se relaciona con los juegos olímpicos,  fue una expresión de aquí estoy y así soy yo, de cara al mundo que todos pudimos ver, admirar y celebrar.

 

Incluso pudimos aprender de los personajes ilustres de Francia, de los sucesos que marcaron a Francia,  como la monarquía, la revolución francesa, que por cierto,  fue la primera del mundo, la literatura, el amor antes y ahora, la rebelión contra las normas de ese entonces con el baile del Can Can, o sucesos interesantes como que ahí fue donde se hizo el primer viaje en globo y ellos tuvieron el toque de poner en ese exacto punto el pebetero olímpico,  encenderlo y hacerlo volar en un globo, fue una idea magistral.

 

Fue un conjunto de ideas de cientos de personas, tuvieron 46,000 voluntarios para hacer realidad ese sueño, esa demostración,  ese decir AQUÍ ESTOY de cara al mundo, pudimos ver la voz del orgullo francés en todas sus manifestaciones a través de las imágenes llenas de hermosura y color, de la música,  de las representaciones artísticas y variadas, de la literatura, de la historia, de las ideas.

 

En fin que fue un despliegue de diversidad en donde se le dio cabida a todos, todas y todes, fue un evento sin precedentes, si no lo han visto les recomiendo que lo vean, la versión normal de cinco horas vale la pena completamente.

 

Por supuesto derivado de un evento tan masivo hay opiniones a a favor y en contra, dependiendo del bagaje cultural y de creencias que tenga la gente, lo que unos vemos como representación de arte e ideas libres otros lo pueden ver como una total falta de respeto a sus creencias más preciadas, ambas opiniones, a mi parecer, son válidas puesto que de eso se forma la diversidad, tienen derecho tanto el artista libre como el creyente fiel de expresar sus ideas.

 

En mi muy humilde opinión, los hechos pueden ofender si no nos damos la oportunidad de conocer el contexto que los origina, si somos rápidos para enjuiciar y lentos para entender tal vez nos estemos perdiendo la oportunidad de aprender algo nuevo que nos una a personas diferentes, con diferentes costumbres, maneras de expresarse y creencias, como lo mencioné en el poema, lo importante es lo que está dentro de nuestro corazón y es el origen de lo malo o lo bueno que pueda ser una acción.

 

Les voy a poner un ejemplo de mi pasado:

 

Hace algunos años teníamos en casa una perrita boxer, muy linda, cuando era chiquita fuimos a la tienda de mascotas y la perrita estaba enferma de su cadera y no podía alzarla, no nos dimos cuenta cuando la compramos y así la llevamos a casa, con amor y cuidados la perra pudo fortalecer su cadera y caminar correr y ser feliz como si nada hubiera pasado; por ser una guerrera en su vida decidimos ponerle el nombre de Rocky;  ocho años después,  regresando de un viaje de trabajo a Guadalajara noté que Rocky estaba extremadamente delgada y la llevé al veterinario, después de los estudios nos dijo el doctor que tenía insuficiencia renal, así, de la noche a la mañana, teníamos dos opciones, dejarla en una jaulita en el hospital o cuidarla en casa, decidí lo segundo y con suero y todo la llevamos a casa, pasaron dos días y mi querida Rocky no mejoraba, al contrario, estaba peor, así que le pregunté al doctor en cuánto tiempo tenía que haber hecho efecto el tratamiento y él me dijo que muy probablemente la insuficiencia ya fuera muy avanzada porque el medicamento ya no estaba haciendo efecto y que ese estado de Rocky podría alargarse y empeorar día con día aminorando cada vez más su salud y su calidad de vida.

 

Entonces tomé la decisión mas dolorosa de mi vida, decidí terminar con su sufrimiento, en ese momento iba en un uber camino a la oficina para dar un par de entrenamientos en las oficinas del aeropuerto y después de quedar con el veterinario para llevar a Rocky ese día a las siete de la noche me puse a llorar en el taxi por la decisión sin remedio que acababa de tomar, por supuesto en el trabajo hice mis dos entrenamientos como una profesional que soy y de regreso a casa sentí como que iba al encuentro de aquella realidad tan dolorosa e inevitable que no quería que pasara pero que al mismo tiempo tenía que pasar porque cada minuto que pasaba Rocky estaba sufriendo; la noche anterior mientras la cuidaba vi en sus ojos la comprensión de lo que estaba pasando y su total apoyo hacia mi, la vi tranquila con el posible desenlace, resignada con su futuro, como con la conciencia del poco tiempo que le quedaba y la certeza de querer partir en paz, sentí que con su miraba me decía que todo iba a estar bien.                                    

 

Al llegar con el veterinario, nos dijo que habíamos tomado una decisión de profundo amor, muy difícil para nosotros pero muy adecuada para que nuestra querida Rocky dejara de sufrir.

 

Fue un acto de muerte, pero por amor, diferente de los actos de matanza que vemos en las noticias, de perritos violentados por personas crueles, aquí la diferencia está en la intención,  en lo que hay en nuestro corazón que nos motiva a esa acción.

 

Tal vez es un ejemplo muy drástico pero lo podemos extrapolar a otras facetas de nuestra vida y nos podemos dar cuenta de que en la mayoría de los casos es nuestro corazón el que marca la pauta para que lo que hacemos sea una muestra de belleza y libertad o una gran falta de respeto, una muestra de crueldad o de amor.

 

Esta época de juegos olímpicos nos ayuda siempre a reflexionar sobre la diversidad, la tolerancia, la hermandad, la comprensión entre los diferentes países del mundo y esto no nos serviría de nada si no nos preguntaremos ¿acaso estoy lanzando la primera piedra sin conocimiento de causa? ¿realmente alguien tendría el derecho de lanzar esa polémica primera piedra?

 

¿O será que todos tenemos el privilegio de que nuestras opiniones sean escuchadas y respetadas?

 

Eso es todo por hoy mis querides lectores, les agradezco mil por su constancia de cada semana a esta su casa y los espero la semana que viene con otra historia que nos ayude a la reflexión al aprendizaje y nos llene de sentir.

 

Espero que su fin de semana sea una delicia en compañía de sus seres queridos y que su semana sea súper productiva y feliz .

 

Con amor

Marcia

28 de julio de 2024

Te deseo lo peor

Deseo que se te haga chiquito el mundo

que nadie te quiera como te quise yo

que te sientas sole y miserable sin mi

te deseo lo peor, por lo mucho que me lastimaste.

 

Deseo que sufras por no estar a mi lado

que nunca más te sientas a gusto

que notes mi ausencia

que sufras lo que yo sufrí por ti.

 

Al desearte lo peor ¿quién será mejor?

¿tú o yo? Tal vez nadie

y nos encontramos perdidos

en este remolino de emociones.

 

¿Cómo seguir adelante ya sin ti?

¿Cómo aceptar que ya nunca más?

¿Cómo entender que no eras buene para mi?

Y que lo mejor es seguir adelante sin ti.

 

Al desearte lo peor sólo siento rabia,

impotencia porque ya no podrás escuchar mi sentir,

el por qué de mis actitudes hacia ti

el por qué de mis ausencias y del final.

 

Lo que más me molesta es eso,

el silencio obligado

el tener que callar y seguir adelante

sin poder gritarte lo que siento.

 

Sé que ya no entenderás muchas cosas

que es mejor así,  seguir cada uno su camino

y al momento de desearte lo peor,

al menos me deshago de este mal sentir.

 

No quiero sentir rencor todo el tiempo

no quiero desear que tu mundo se haga chiquito

quiero volver a sonreír y ser feliz

y un día entender que tú también serás feliz con alguien más.

 

Y quiero que cuando eso pase, no me importe

que yo ya me encuentre en otro canal

en el cual te vea como lo que eres

alguien con quien compartí mi vida un día.

 

Quiero una vida diferente, ser diferente yo

tener personas nuevas a mi alrededor

poder respirar profundo sin terminar en un suspiro

poder tener por fin paz en mi corazón.

 

Y la única manera que encuentro de lograrlo

es desearte lo peor, entender mi error

y luego soltarte y poder finalmente

desearte lo mejor y agradecer que ya no estás aquí.

 

Marcia

21 de julio 2024

Cuando el final nos alcanza

Bueeeeeenas tardes mis querides lectores, les saludo en este domingo lluviosito desde mi rincón favorito para escribir, por estar cotorreando con uno de mis hijos les escribo más tarde el día de hoy, es una delicia no perdernos de esos momentos tan especiales con nuestros seres queridos y después disfrutar de compartir mis pensamientos con ustedes, realmente agradezco por estas vivencias que llenan mi vida de felicidad y me siento sumamente afortunada.

 

Como siempre un pensamiento jocoso se dio durante la semana y es el que dio origen al tema del día de hoy:

 

¿Por qué cuando terminamos una relación deseamos que se le haga chicharrón el corazón a nuestra pareja, que se resbale durante la lluvia en el camino a ver a su nuevo amor, que lo vomite un bebé encima en el camión hacia su trabajo, que se le caiga su helado y no tenga para comprarse otro? Y demás sucesos creativos y por demás negativos pero que ya cuando lo pensamos nos hacen reír de nuestra propia inocencia.

 

Pero ¿por qué inocencia? Dirán ustedes, pues es muy sencillo:

 

De repente a todos nos suceden esas cosas bizarras de que pase un carro y nos moje con agua de algún charco, tenemos desgracias en nuestra vida que nos hacen sufrir, accidentes de repente en momentos importantes entre otros sucesos desagradables, eso es algo que a todos nos pasa a veces por más que lo evitemos, y no viene de algún deseo de un ex que está enojade por las circunstancias en que terminó la relación.

 

¿Realmente qué es lo que deseamos? Digo, si supiéramos que efectivamente le pasó a nuestro ex todo lo que le deseamos nos sentiríamos más culpables y asustades que tranquiles, además de que no tendríamos ningún beneficio de la desgracia ajena, entonces lo que quiero no es la desgracia del otre, muchas veces es simplemente poder tener una plática que nos permita desahogarnos y tener un mejor final, pero seamos honestos, no por el hecho de tener una plática el final será menos doloroso, podemos tener la plática más madura del mundo y comprender que el final es inevitable, terminar con un abrazo y con nuestros mejores deseos hacia el otro pero el dolor seguirá  ahí y lo que realmente queremos es sacarlo y cuando no vemos cómo hacerlo, empezamos a maldecir al ex ser amado, entonces vienen los sentimientos de rencor y envidia, los que son asiduos a las redes sociales le echan sal a la herida cuando ven que su ex ya es feliz con alguien más y entonces pensamos, obviamente esa persona no es igual que yo, pues sí ¡obvio!, pero eso no quiere decir que esa persona sea probablemente más compatible con nuestro queride ex de lo que éramos nosotros y esa triste realidad nos duele aún más y entonces el dolor se convierte nuevamente en rencor y si lo dejamos crecer se convierte en una serie de pensamientos y sentimientos negativos que nos arruinaran lo que suceda o intente suceder a nuestro alrededor y nos cegarán de aquellos momentos hermosos que a veces suceden y no nos damos cuenta por estar sufriendo por alguien más.

 

Pero ¿entonces cómo sacar el dolor que traigo dentro?

 

Y es ahí donde de repente cometemos errores, al estar vulnerables y sobre todo cuando somos jóvenes y bellos, es muy fácil que alguien se interese en nosotros y tratemos de sacar un clavo con otro clavo, pero la experiencia nos dicta que si no estamos listes, no deberíamos empezar una nueva relación porque cada momento se convertirá en una serie de comparaciones y temores infundados y en la mayoría de los casos terminaremos lastimando a otras personas.

 

Todo viene de adentro hacia afuera, también el dolor y la solución.

 

No podemos evitar sentir dolor y el hecho de entender esto y de abrazarnos a nosotros mismos será lo que marque la diferencia, todo final tiene una razón de ser, cuando comprendemos que la decisión que se tomó fue por el bien de ambas partes ayudamos a crear las bases para que nuestro corazón sane.

 

¿Qué nos queda al final? ¡Casi nada!, quedamos nosotros mismes, con un potencial infinito de sueños, deseos y metas por realizar, nos queda nuestro yo que nos abraza, que nos consiente, que nos entiende, nos queda nuestro mejor amigue y quien nos quiere más, ¡yo misme!, cuando lo vemos de esta manera sabemos que no nos quedamos con las manos vacías y que tenemos todo para salir delante de ese bache, que va a tomar tiempo, seguro que va a ser así pero va a ser un tiempo bien invertido en cuidar y mimar a nuestro amado ser interior, en darle lo que necesite para superar ese trance y en cambiar lo que se nos antoje en nuestra vida, que es nuestro tesoro, quedan un montón de opciones por delante, el rumbo lo decidimos nosotros.

 

Tal vez llegue alguien más,  tal vez no, eso es lo que menos importa, ya que en el momento en que estamos herides, lo más importante es sanar nuestro interior para después dar la bienvenida a quienes la vida nos traiga.

 

¿Cómo decides qué hacer primero cuando una relación termina? Sea lo que sea, lo primero es uno mismo y de ahí parte todo lo demás.

 

Eso es todo por hoy mis querides lectores, les agradezco infinito su asistencia a esta su casa como cada semana y les espero la semana que viene con otra historia que nos haga reflexionar, sentir y pensar.

 

Deseo que su semana esté repleta de buenos momentos y de conciencia y aprecio hacia ustedes mismes.

 

Con amor

Marcia

21 de julio 2024

Detrás de mis motivos

Te tengo porque te necesito

no porque de veras te deseo

si pudiera no estarías aquí

pero no me queda otra opción. 

 

Sé que ya nada es como antes

y que tengo que cuidar

lo poco o lo mucho que aún queda

si tuviera opción se que no lo haría.

 

O lo haría por otros motivos

y no precisamente por salud

la salud es algo obligado

impuesto, restrictivo, aunque necesario.

 

Todo lo que nos hace daño

sabe bien o nos hace sentir bien

al menos por el momento

porque después de los años nos pasa la factura.

 

Lo bueno cuesta trabajo ¿Será acaso un juego mental?

¿Será que debo cambiar mis motivos?

tal vez si lo que me motiva fuera diferente

cuidar de mi misme sería más fácil.

 

A la hora de ir a la báscula

cuesta trabajo asimilar

que a pesar de todos mis esfuerzos

el resultado es o negativo o el avance muy poco.

 

Tal vez mi manera de ver las cosas

sea la que debo cambiar

dejar de preocuparme, sin dejar de cuidarme

seguir haciendo y pensar menos.

 

Hacer hábitos, acostumbrarme,

buscar nuevas formas más divertidas

más atractivas para mi

cambiar mis motivos, para cambiar mi perspectiva.

y ver en cada paso una meta más lograda.

 

Marcia

14 de julio 2024

La meta de los 59 kilos

Bueeeeeenos días mis querides lectores, les saludo desde mi rincón favorito para escribir en este domingo hermoso, soleado pero con aire fresco que nos regala la naturaleza, afuera está lleno de vida, de gente paseando a sus perros, de transeúntes que caminan con calma disfrutando este día de descanso, con pocos automóviles en la calle y pocas actividades en general.

 

Cuando me invitan a competencias en la acuática es como pensar “me va a costar trabajo” “voy a llegar al último” “quién sabe si pueda mejorar mi tiempo y no me quiero decepcionar si no puedo hacerlo”, después de año y medio de hacer ejercicio dos horas al día esperaría tal vez mejores resultados, esperaría nadar más rápido,  que nada me doliera, ya no tener que hacer dieta, poder comer lo que quisiera sin que luego se viera reflejado en mi actividad intestinal o lo que es peor, al momento de subir a la báscula,  tal vez dejar de comer ensalada por unos días,  digo, me gusta la ensalada, pero el tener que comer tres tazas al día religiosamente se vuelve tedioso, desearía no tener que contar los carbohidratos y las proteínas, poder comer más fruta de la que debo comer, alcanzar por fin mi nivel de proteína y bajar por fin a niveles óptimos mi grasa, en fin, que estar cuidando todos los días  mi salud se vuelve restrictivo, impuesto, aburrido.

 

De repente dejo de ver los beneficios que he obtenido gracias a mi régimen,  ya he perdido 14 kilos y me siento y me muevo mucho mejor que antes, los dolores lumbares casi han desaparecido y ya puedo caminar más rápido,  agacharme, y estar más activa en general, pero como los dos últimos años han sido de subir y bajar un kilo para arriba, medio para abajo, 400 gramos para arriba uno para abajo, oscilando alrededor de los 61 kilos, ya nada más me faltan DOS kilos para mi meta y llevo más de dos años tratando de bajar esos odiados DOS kilos.

 

¿Por qué se nos hace tan difícil cuidarnos a nosotros mismos? ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo pararnos temprano para ir a hacer ejercicio con regularidad  y no nos cuesta nada pedir comida a domicilio y ver una serie acostados en el sofá toooooodo el santo día?

 

¿Qué es lo que nuestro cerebro relaciona con ese momento de descanso? ¿Con esas alitas deliciosas que no tuve que cocinar? ¿Con esa michelada que alivia un día de calor? ¿Con esa serie, esa peli que disfruto comiendo palomitas como si no hubiera un mañana? ¿Por qué eso sí se antoja y el ejercicio o comer bien se hace una obligación?

 

Porque no nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer.

 

Nuestro cerebro es rebelde por naturaleza, quiere ser libre, vivir sin reglas impuestas, hacer lo que se le de la gana, así somos por naturaleza, libres, libres de ataduras, libres de ideologías,  libres de regímenes, libres para hacer lo que queramos y obvio, lo que el cerebro quiere es lo que le provoca placer, por eso de repente vamos de una relación a otra sin pensar en las consecuencias, tenemos interacciones de una noche, comemos en exceso y lo que nos hace daño, bebemos como cosacos, nos tumbamos todo el día a ver la tele, porque es lo que nuestro cerebro quiere y es taaaaan fácil complacerlo y taaaaan difícil volver al buen camino del ejercicio, la dieta adecuada y la salud.

 

La primera palabra que aprendimos de bebecitos fue NO, precisamente para demostrar esa autonomía que por naturaleza tenemos y para hacer valer esa libertad, cuando nos ponían una deliciosa papilla de brócoli enfrente decíamos NO y hacíamos valer nuestra voluntad, cuando nos ponían ropa que no nos gustaba, cuando nos daban la medicina que sabía feo, cuando algo no era de nuestro agrado con la palabra NO podíamos dominar nuestro pequeño mundo y moldearlo a nuestro antojo, desde esa temprana edad y con esas pequeñas demostraciones empezamos a ser libres.

 

La etapa de mayor libertad en nuestra vida, es entre los 20 y los 35 años, porque estamos en nuestra plenitud física,  podemos beber como cosacos, estar tumbados en el sillón tooooodo el santo día, bailar hasta que el cuerpo aguante, desvelarnos y comer lo que se nos antoje y hasta en grandes cantidades sin que los resultados se noten de manera inmediata.

 

Pero cuando llegamos a la bonita edad de 40 años, se empiezan a notar las faltas que hayamos tenido en años anteriores y nos empiezan a cobrar la factura con malestares, dolor y mal funcionamiento de nuestro organismo, porque al final de cuentas somos eso, un organismo viviente que requiere mantenimiento continuo para poder funcionar mejor, y lo trágico viene después de los 50 y los 60 años que es cuando ya no podemos hacer las actividades que antes considerábamos cotidianas como viajar en metro, por ejemplo, sin preocuparnos por las múltiples escaleras que hay ahí y lo que le harán a nuestras rodillas.

 

Se va acabando la libertad poco a poco y tan sutilmente que casi ni lo sentimos y cuando nos damos cuenta ya estamos llenos de pensamientos de: si no como bien voy a subir de peso y me va a doler la espalda, si no hago ejercicio me van a doler las rodillas y no voy a poder caminar cuando tenga 70 años, no me puedo desvelar, no debo comer azúcar sin proteína,  debo levantarme temprano a hacer ejercicio, debo, debo, debo, no debo, no debo, no debo.

 

¿Dónde queda nuestra autonomía y nuestra libertad? Tal vez en manos de los doctores, los terapeutas, los coaches, nutriólogos,  cardiologos, ortopedistas y demás personas que nos dicen qué hacer, cómo hacerlo, qué no hacer y que poco a poco van limitando esa libertad que tenemos por naturaleza hasta el punto en que no podemos hacer nada que no esté autorizado por alguien más.

 

¿Qué pasaría si en lugar de pensar en todas las “ordenes y consejos” que estoy obedeciendo y que al final son pensamientos, imposiciones, recomendaciones de alguien más  cambiara mi enfoque y escuchara mis propias motivaciones?

 

Tal vez mi cuerpo no sea libre, pero mi pensamiento sí que lo es.

 

Volvamos al ejemplo de las competencias, cuando Maru me invita a las competencias tengo todos esos pensamientos que les comenté al principio de nuestro artículo y durante la semana la idea que detonó toda esta plática fue la siguiente:

 

Leyendo las noticias me encontré una competencia de 5 km ya sea corriendo o de caminata en la que te dan una medalla muy mona de un ajolotito bebé color rosa portando un sombrero que dice en letras verde blanco y rojo México,  me enamoré de la medalla y mi primer pensamiento fue: “yo quiero mi ajolotito” me tomó 10 minutos leer las bases, bajar la aplicación, inscribirme y hacer el pago y espero con ansias el día de la competencia para que me den mi ajolotito, no me importa si es saludable o no, si me tengo que parar temprano para ir a competir, no importa el lugar en que llegue ni si mejoro mi tiempo, lo que quiero es tener la medalla de ajolotito y punto, sólo eso.

 

¿Cuál fue mi motivación para nadar las diez sesiones del maratón de natación? La competencia en sí me gusta por la convivencia, por el aprendizaje sesión tras sesión y para cerrar con broche de oro el día de la premiación y la medalla me encantan, sin importar el lugar en el que quede, en las motivaciones que tengo para hacer lo que es “saludable” la salud y todos los consejos de los expertos pasan a segundo término,  lo importante es lo que a mí me hace sentir esa actividad y nada más.

 

¿Por qué algo tan simple como una medalla marca más la diferencia que estar sano en general? No sé es la recompensa, disfrutar la vida, de eso está hecha la vida, de pequeños triunfos y metas logradas, si me dieran un premio cada que bajo un kilo tal vez sería más motivante bajarlo, así que voy a empezar a cambiar mi enfoque, descubriré mis motivaciones y las llevaré a cabo, voy a empezar a premiarme más seguido por mi esfuerzo para que esta odisea de vida saludable complemente mi vida feliz.

 

Y a ti ¿Qué te motiva?

 

Eso es todo mis querides lectores, les agradezco infinito su visita de cada semana a este su blog y les espero la semana que viene con otra historia que nos haga pensar, sentir y aprender.

 

Les deseo una motivación infinita para todo lo que les traiga beneficios pero les cueste trabajo hacer.

 

Con amor

Marcia

14 de julio 2024

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